Día muy triste para la música
Una vez más, el terrorismo ha sacudido directamente al corazón de la música. Manchester, la capital del indie y del britpop, y cuna de bandas como Joy Division, The Smiths, New Order, The Chemical Brothers, The Charlatans, Oasis… ha visto como la barbarie terrorista ha sembrado el caos en sus calles. Fuera del vestíbulo, en un área pública de un concierto de Ariana Grande, una explosión ha acabado con la vida de 22 personas, entre ellas varios niños. A medida que pasan las horas, los nombres de las víctimas de la masacre se hacen públicos. Familias, amigos, parejas… Vidas brutalmente interrumpidas por el fanatismo yihadista que tan solo cometieron un pecado: salir a disfrutar de la música de la artista estadounidense.
Para los que habitualmente cubrimos este tipo de eventos, la noticia es como un dardo que va directo al corazón. Esta vez ha tocado el Manchester Arena, pero podía haber sido en cualquier otro lugar del mundo. El atentado en la Sala Bataclan de París inició la moda de atacar los lugares de ocio, con miles de asistentes y en donde es difícil extremar las medidas de seguridad. Medidas que muchas veces resultan en vano. En el caso de anoche, el terrorista suicida se inmoló con un artefacto casero que llevaba adosado a su cuerpo. El atentado se produjo en una de sus salidas, la que conecta el estadio con la estación de tren. Un punto estratégico que no se eligió al azar.
El arte debería servir para unir a las personas, no para sesgar vidas ni sembrar el miedo. Debería ser una mano tendida más que un arma. Sin embargo, siempre habrá quien se empeñe en que eso no ocurra. Hoy es un día triste para la música, pero no por ello dejaremos de escucharla. Porque si hay algo en el mundo que tiene el poder de romper una lágrima o crear conciencia son las canciones. Nos gustaría vivir en un mundo que cambie las balas por instrumentos, donde las notas musicales sirvan para romper los muros entre las culturas y razas, y donde la música aleje a los niños de la violencia. Pero sobre todo, nos gustaría vivir en un mundo donde no se les arrebate sus vidas de forma injusta por ir a un concierto. Nuestra solidaridad con todas las familias de las víctimas y todo nuestro apoyo para Ariana Grande.