Mercedes Cañas, “Me cuesta no mostrar lo que tengo dentro”

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Mercedes Cañas

Mercedes Cañas, “Me cuesta no mostrar lo que tengo dentro”

La verdadera esencia de Mercedes Cañas son sus canciones, que transmiten paz, frescura y buena energía. Convertida en una de las cantautoras más prometedoras del panorama nacional, Mercedes ha cimentado su éxito en las redes sociales. Allí comparte sus vivencias y todas las cosas que le pasan en la vida. De todo ello, de su nuevo disco y de sus próximos proyectos nos habla en esta entrevista, donde conoceremos un poco más el lado humano que se esconde detrás de la artista.

– Acabas de publicar tu nuevo disco, “Que entren en mi cabeza”. ¿Qué es lo que va a encontrar la gente dentro de él?

– La gente va a encontrar canciones basadas en experiencias reales que he vivido, cotidianas y que todo el mundo puede llevar a su terreno. Amores, historias de amores imposibles, casi algos y cosas así, alguna declaración de amor también.

– Este es tu segundo álbum, el primero de larga duración. El anterior, “Desde Aquí”, lo lanzaste hace tres años. ¿En qué ha cambiado la Mercedes de entonces con la que se encuentra aquí ahora mismo presentando este trabajo?

– Ha cambiado mucho. No te voy a decir 180 grados porque la gente diría hombre, tanto no, pero sí que ha cambiado. Aunque guarda su esencia a nivel producción sobre todo, hemos evolucionado muchísimo. Y bueno, a nivel escaparate. Las redes me han permitido mostrarme a más gente, que más gente se entere de lo que hago, del disco, de la gira. Así que, bueno, hemos crecido poco a poco y ojalá que no pare.

– El título del disco es toda una declaración de intenciones, pero también un poco peligroso, ¿no?, ¿no sientes que en cierto modo estás enseñando tu parte más vulnerable?

– Pues mira, no me habían hecho esa pregunta y me parece interesante, porque es similar a lo que pasa con las redes sociales, que todos el rato nos exponemos. Sí, porque dices, qué cercana me siento a la gente que me sigue pero por otro lado está ese miedo a sentirte vulnerable. Yo gracias al cielo tengo muchísima suerte por la gente que me sigue, que me escucha. Son todos súper majos. Me escriben mensajes preciosos y la verdad es que tengo mucha suerte con eso. Por eso no termino de tener miedo porque estoy a gusto, estoy en un lugar seguro con la gente que me sigue.

– ¿Y qué secreto inconfesable encontraría la gente si alguien lograra entrar de verdad en tus pensamientos?

– ¡Uf!, pues te voy a decir que soy bastante transparente, para lo bueno y para lo malo. Igual querías una respuesta de sí, esto encontrarías. Pero no, porque soy tal y como me ves ahora o sea, de verdad, espontánea, impulsiva. Me cuesta callarme, me cuesta no escribir canciones y mostrar todo lo que tengo dentro de verdad.

– Has dicho en más de una ocasión que te consideras una romántica. Y de hecho, el eje central del disco es el amor, en sus dos caras, amor y desamor, si hacemos un balance global, ¿hacia qué lado se inclina la balanza?

– Mira lamentablemente sólo hay tres canciones de amor del bueno. El resto son historias fallidas y entonces creo que se inclinaría más hacia el desamor. Pero bueno, a ver si el siguiente me esfuerzo porque sea todo más “happy”.

– Una de las cosas que nos a nosotros personalmente nos gusta de ti por el optimismo y las buenas vibraciones que desprende siempre tu música a pesar de que tú digas que eres un poco pesimista. ¿A ti te gusta que te etiqueten como una cantautora de pop alegre desde el punto de vista musical?

– Bueno, me encanta que sepas que digo que soy pesimista. Es el síndrome del impostor, esto de que piensas que todo lo bueno es casualidad y lo malo es culpa mía. Está guay porque qué mejor que la alegría, que el buen rollo para un día malo. Pero es verdad que ese lado malo, ese lado de vacío, de música, a lo mejor es más superficial. Creo que en mis canciones me mojo bastante en algunas ocasiones, pienso que es bastante intenso todo aunque sea alegre o buen rollista.

– La mayoría de tus letras nacen de experiencias personales tuyas, ¿Cuál es la canción que más te ha costado escribir?, ¿En cuál te has desnudado más emocionalmente?

– La canción en la que más me he desnudado creo que es “Cuánto me dolías”. Es la última del disco porque narra un momento que me costó contar, desde mi punto de vista. Y creo que es la más “cortavenas”, por eso está la última, para el que llegue la digiera como pueda.

– Entre ese primer disco que comentábamos antes y este otro has sacado muchos otros singles que no han entrado en “Que entren en mi cabeza”, entre ellas “Ni un día más”, tu canción más escuchada en Spotify, ¿por qué se ha quedado fuera?, ¿Qué criterio has seguido para elegirlas?

– Quería que todas las canciones siguiesen un mismo estilo de producción, una misma esencia. A partir de una canción dije, desde aquí hasta el final va a ser disco y ese “desde aquí” lo marqué en “Aguamarina” que fue justo después de “Un Día Más”. Realmente pertenece a otra etapa. Era imposible que estuviese dentro.

– ¿Y hay alguna tema que hayamos escuchado que ha quedado fuera última hora también?

– Pues sí. Pero bueno, alguna me guardo para el próximo disco. Está bien guardarse… Se han quedado fuera de momento.

– Además del formato digital, el álbum lo podemos encontrar también en formato físico, algo que cada vez es más difícil de ver. ¿Qué es lo primero que sentiste al tenerlo en tus manos por primera vez?

– Por poco lloro de la emoción, de verdad. Te explota la cabeza al pensar que en una cosa tangible, pequeñita o grande en el caso del vinilo está concentrado todo el trabajo de más de un año, de un montón de canciones, de historias. Y deja de ser mío y pasa a ser del que lo escucha. Eso te da un poco de vértigo también, porque era como qué pensarán.

– Este disco es además muy especial para ti, ya que tu padre ha sido quien ha hecho el diseño. ¿Qué supone para ti tener un pedacito de él en este trabajo?

– Me encanta. Además lo digo siempre súper orgullosa, aunque también a veces con la boca pequeña porque pensarán que soy poco profesional por haber cogido a mi padre. Él estudió Bellas Artes, pinta súper bien y lo hace todo increíble. Lo cuento mogollón en los conciertos, en las firmas… Me encanta que la gente lo sepa.

– Este vínculo tuyo con tu familia lo vemos también en los conciertos, donde tu hermana Lucía ha cantado contigo muchas veces. ¿Os habéis planteado grabar algo juntas en algún momento?

– Realmente no, ella es profesora y tiene su vida alejada de la música. Esto de subirse al escenario lo hace como un favor, como “déjame un poco en paz” que esto no es lo mío. Aunque nunca digas nunca, al final la vida va pasando y que sea lo que tenga que ser.

– Oye, y hablando de duetos. Viendo cómo se mueve ahora mismo la industria, sorprende que no tengas ninguno entre tus canciones. ¿Es por qué no ha surgido o por qué no quieres tenerlo?

– Sé que sorprende. Me lo pregunta mucho la gente. No quiero parecer aquí como una especie de flipada o de no, yo no colaboro con nadie… no es eso, pero quería que este disco fuesen canciones sólo mías. Un poco de carta de presentación, como está soy yo, esta es mi esencia, mi marca, mi forma de hacer las cosas. Y cuando ya asiente una base sólida colaboremos con artistas y probemos cosas nuevas.

– Tus videoclips se han caracterizado siempre por la sencillez y el minimalismo. ¿Decides tú los guiones y que es lo que quieres en cada uno?

– Sí, sí, la verdad que sí. Me gusta no complicarme demasiado. Aparte de que no tengo demasiado tiempo, aunque haya gente que pueda pensar esta niña solo canta y está en redes sociales. Me gusta mantenerlo sencillo porque creo que hay que dejarle espacio a la música. Y que el vídeo no sea un elemento de distracción, que sea un complemento y ya está.

– Hay un nombre propio que marca un punto de inflexión en tu trayectoria. Al menos a nivel mediático para los medios, que es Gonzalo Hermida, quien produjo alguna de tus canciones. ¿Cómo fue trabajar con él?

– Súper guay. Produjo “Añil”, “Barquito de Nuez”, “Milímetros”, esas tres canciones. Fíjate, singles que se han quedado fuera del disco. Seguimos hablando de vez en cuando pero bueno, al final en esta industria nos conocemos todos así que nos volveremos a ver.

– Ahora este nuevo disco está producido por Guillermo Molina y Álex Wall. ¿Qué diferencias has notado en la forma de trabajar de cada uno?

– Guillé la verdad que es un crack. Y Alex también, que estaba en el equipo. Con ellos me he involucrado, me he metido en la producción, antes como que me mantenía un poco al margen, delegaba y ya está. Confío en el trabajo de otros siempre, pero en éste disco es verdad que me he metido de lleno y ha sido muy divertido.

– En los últimos dos años has multiplicado exponencialmente tu número de oyentes mensuales, hasta alcanzar ahora mismo los casi 200.000 en Spotify. ¿Eres consciente en cifras, de lo que supone eso?

– Esta es una carrera de fondo, a largo plazo e intento no fijarme mucho en los números. Y que no me obsesionen, porque suben, bajan, fluctúan todo el rato. Si estás demasiado pendiente te vuelves loco, aunque soy consciente de que ha crecido todo mucho y estoy súper agradecida. Pero esto no me va a hacer dejar de trabajar. No quiero que me distraiga, que me despiste.

– ¿Qué hace diferente a Mercedes Cañas para que la gente se pare a escuchar tus canciones respecto a otras propuestas? 

– El qué tengo de especial creo que lo tendría que decir el público, que es el que me quiere escuchar. Pero sí, de diferente, creo que objetivamente tengo que no me dejo llevar por las modas en cuanto a la forma de componer, de producir, voy a mi rollo. Al final eso es como o me compras el rollo que tengo o no me lo compras. La verdad que seguramente no lo cambie o bueno, nunca digas nunca, como he dicho antes. Hay que evolucionar pero haciendo lo que me nace, lo que me sale del corazón, componiendo yo sola mis canciones, con mi guitarra, con mi piano y lo que me hace feliz.

– Gran parte de este éxito se debe a las redes sociales, donde has conseguido una gran legión de seguidores. ¿Hasta qué punto consideras imprescindible para un artista cuidar su imagen y saber moverse por las redes?

– Hasta hace poco te habría dicho que es súper importante. Al final todos los artistas nos fijamos en las redes sociales. Pero yo creo que no hay una fórmula, no hay un camino que digas, mira, si lo sigues te va bien seguro. Esto tiene un componente aleatorio o de suerte. Hay gente que con las redes sociales lo peta y hay gente que solamente con Spotify se le viraliza un día una canción. Aunque obviamente, si tienes redes sociales mejor, porque siempre te va a sumar, pero que no sea el único camino. Quiero pensar eso.

– Nosotros, por estilo de música, por talento y por la cercanía y naturalidad que desprendes, te poníamos como una de las candidatas a estar en el Benidorm Fest. ¿Te has llegado a presentar?

– No me lo he planteado la verdad. Ya te digo, voy siempre con mis canciones, mi single, el disco, la gira. Y realmente, no me puedo parar mucho a pensar estas cosas. No sé, nunca me lo he planteado. El tiempo dirá, estoy abierta a cualquier cosa. Siempre he sabido escuchar y a ver que puede sumar en mi carrera.

– Donde si participaste y llegaste a la fase final de los castings fue en La Voz, donde te quedaste fuera por estar ya todos los equipos completos. ¿Qué hubiera supuesto para ti entrar ahí?

– No tengo ni idea, no sé si hubiese entrado me hubiese ido mejor. Yo quiero pensar que nada en la vida, ninguna decisión es determinante en cuanto a si te va a ir bien o mal. Creo que es una suma de pequeñas cosas. Entonces, intento no pensar en el pasado, en lo que pude haber hecho y no hice. Mejor pensar en el futuro y en el presente. Y ya está, para adelante.

– Si te hubieran elegido, ¿con qué coach te habrías ido?

– Creo que con Alejandro Sanz.

– Vas a estar en Latinoamérica dando cuatro conciertos. ¿Cómo ha surgido esta oportunidad?

– Quizás sea un poco prematuro irnos así a Latinoamérica, porque es una cosa que hacen los artistas ya más consagrados. Un promotor de allí junto a mi manager lo organizaron porque confiaban con que hubiese una buena respuesta. Yo la verdad no dejo de flipar, es increíble. Y bueno, es cierto que en Instagram había una gran cantidad de gente de allí que me seguía. Así que dijimos, puede cuadrar y allá que vamos. Ya os contaré con detalle cuando vuelva como ha ido todo.

– ¿Qué te pone más nerviosa, hacer un viaje tan largo en avión o enfrentarte a un público desconocido para ti?

– Un poco las dos. El viaje creo que me da un poco de miedo, ¿no? Tantas horas en avión, además soy un poco claustrofóbica, y no digo ya la maleta. La maleta que no tengo ni idea de qué llevarme a países que están tan alejados unos de otros.

– Este disco ha salido autoeditado por ti misma, ¿Cómo de difícil es para un artista tener que gestionarse todo, con la cantidad de tiempo y dinero que eso supone?

– Es heavy. Creo que habría que hablar más de esto, de los artistas independientes y apoyar a que todo artista pruebe a ser así al principio. Aprendes mogollón de la industria, de la forma de hacer las cosas, te haces más valiente. Porque al final sales de una burbujita que es tu casa, tu familia, tu universidad, tus cosas… Y de repente “Bienvenida al mundo exterior”. No diría nunca voy a estar con una discográfica, no lo puedo saber, pero de momento estoy feliz así. Se lo recomendaría a toda la gente, a todos los artistas nuevos que viniesen a preguntarme, les diría que probasen ellos solos.

– Ya sabemos como funcionan las discográficas que suelen “cazar” talentos cuando ya estáis más o menos consolidados. Si mañana recibieras la llamada de un sello para hacerte un contrato pero a cambio tuvieras que renunciar a parte de tu esencia o perder la libertad creativa que tienes ahora mismo, ¿aceptarías?

– Creo que no. Le doy mucha importancia a sentirse libre, es algo que no tiene precio. Mi padre siempre me lo dice, la libertad de hacer lo que quieras y como quieras hoy no tiene precio. Así que diría que no.

– El 2023 está a punto de acabar y ya de primeras el 2024 empieza fuerte, con casi 20 fechas confirmadas, ¿Qué objetivos o metas te has propuesto para el año que viene?

– Me he propuesto disfrutar más y ser más feliz, porque aquí donde me ves soy un poco muy perfeccionista, muy exigente conmigo misma. Y al final, la gente exigente creo que sufre más que la gente que es un poco más “chill”. Mi hermana es así y siempre digo que quiero ser como ella.

– Bueno, pues muchas gracias Mercedes por tu tiempo, ha sido un placer charlar contigo. ¿Algo que quieras añadir o que te haya faltado por decir?

– Muchísimas gracias a vosotros, de verdad, porque es súper importante este tipo de medios para dar cobertura y ser escaparate para cosas independientes. Así que, de verdad, muchas gracias por invitarme a hablar hoy.

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