La transformación de altos quilates de Soledad Vélez

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La transformación de altos quilates de Soledad Vélez

En “Nuevas Épocas”, su primer disco de pop electrónico en castellano, Soledad Vélez conserva esa melancolía y esa oscuridad tan característica de sus composiciones. Se trata de un disco valiente, inquietante y nada convencional. Sin moldes y sin ataduras, la compositora chilena nos va envolviendo en todos los temas, proponiendo en cada uno de ellos una aventura distinta, una experiencia diferente que nos traslada a una especie de viaje galáctico. Todo para lograr un conjunto de canciones sintéticas, atrevidas y seductoras, llenas de emoción, de fuerza y originalidad.

El título puede parecer obvio pero refleja a la perfección su contenido, ya que marca un antes y un después en la trayectoria de la compositora. La novedad más evidente es el cambio de idioma, que llega como consecuencia de los conciertos homenaje al centenario de Violeta Parra. Pero no es su único giro musical, en «Nuevas épocas» también hay una evolución estilística desde el folk inicial de sus primeros trabajos al synth pop, las aristas electrónicas y los ritmos más bailables. Nuevos matices con los que ya empezaba a jugar en su tercer disco «Dance and Hunt”, publicado en 2016.

También es la primera vez que Soledad Vélez comparte las tareas de producción. Y lo ha hecho con el mejor aliado posible, Guille Mostaza. La perspectiva musical del onubense, siempre cargada de sintetizadores con un marcado enfoque clásico a la hora de crear canciones, sumado al espíritu inconformista de la chilena, da como resultado diez temas que huyen de música enlatada y ahondan en la evolución de la autora. Diez composiciones de aires new wave y ecos ochenteros que van a deleitar al que disfrute del nuevo pop «synthcodélico». Ese que recoge la esencia underground y la transforma en electro-pop de altos quilates, melodías pegadizas y estribillos contundentes.

Desde que con solo diecinueve años dejara atrás su país natal para emprender un camino en la música primero en Argentina y después en Valencia, donde reside desde 2011, Soledad Vélez ha hecho de la determinación su bandera y de su estilo personal un lenguaje magnético que la ha convertido en una de las figuras de la escena independiente. Con el paso del tiempo, la cantante y compositora ha sabido crear un universo propio de esos que enganchan y gustan por igual, con ritmos que repiten su frecuencia hasta hacernos bailar y eso sí, mucha valentía por buscar texturas nuevas. La «Nueva Época» de la artista chilena promete. Veremos si el público responde como se merece.

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