La compañía de guitarras Gibson se declara en bancarrota
Tras décadas en la cumbre del Rock ‘n’ Roll estadounidense, el histórico fabricante de guitarras Gibson se ha declarado en bancarrota, tal y como lo ha confirmado el presidente ejecutivo de la marca, Henry Juszkiewicz. Los últimos tiempos han estado marcados por el fracaso económico y las duras críticas, tanto de clientes como de minoristas. Las alarmas empezaron a sonar cuando el director financiero de la sociedad abandonó tras apenas un año en el cargo, y ahora las evidencias han salido a la luz. Gibson fue fundada en 1894, aunque no empezó a formar parte de la cultura musical hasta 1902. Además de guitarras cuenta con marcas de piano como Epiphone y Wurlitzer.
La compañía asegura haber llegado a un acuerdo con una parte de los acreedores para centrarse de nuevo en su negocio principal: los instrumentos musicales. Para realizarlo, se les pide una cantidad de 135 millones de dólares, necesarios para todos los cambios que se han de llevar a cabo. Un plan de reorganización que permitiría a la compañía seguir fabricando, construyendo y vendiendo las legendarias guitarras e instrumentos Gibson sin interrupción. Entre las principales acciones de la marca está deshacerse de cargas como Gibson Innovations, su división europea dedicada a la electrónica de consumo, y a la que se culpa de una gran parte de las pérdidas.
En este sentido, Henry Juszkiewicz afirma que las marcas Gibson no van a salir del negocio. El proceso jurídico solamente se está usando para llevar a cabo la reorganización de la división de instrumentos musicales, no de liquidación. No cambiarán el precio, el inventario, el pedido o el momento de entrega de las guitarras, instrumentos musicales y equipo pro audio. Tampoco habrá cambios en la calidad del servicio, políticas de garantía y servicio al cliente. «Tenemos la intención de concentrar la misma cantidad de tiempo, dinero y energía en el diseño y la construcción de las mejores guitarras, instrumentos y equipos de audio que Gibson es conocido«, afirma.
Hay que recordar que en la bancarrota registrada en los tribunales del distrito de Delaware se detallan deudas a los distintos prestamistas y proveedores, llegando algunas a los 500 millones de dólares. Con estas acciones Gibson tratará de asegurar la estabilidad a largo plazo de la compañía. A cambio, los prestamistas recibirán capital propio en una nueva empresa, reemplazando a los accionistas actuales. Entre ellos se encuentran Silver Point Capital, Melody Capital Partners LP, y KKR Credit Advisors. Durante al menos un año, Henry seguirá trabajando con la compañía para “suavizar la transición”, pero no ha aclarado si lo hará conservando su puesto actual, o tendrá un rol distinto.
Sea como fuere, se avecinan cambios en una compañía histórica, que vende más de 170.000 guitarras al año en más de 80 países, incluso más de 40% de todas las guitarras eléctricas de precios superiores a los 2.000 dólares. Las guitarras Gibson han sido muy bien valoradas por diferentes generaciones de leyendas de la música. Algunos incluso han sido fieles a la marca hasta la muerte, como Chuck Berry, quien fue sepultado con su famosa Gibson color cereza. Entre los guitarristas que han hecho historia con Gibson están Elvis Presley, B.B. King, Keith Richards, Jimmy Page, Slash o David Bowie, quien utilizó la Gibson L4 de 1989 cuando formaba parte de Tin Machine.