“Skin & Bones”, el blues a la antigüa usanza de Susan Santos
La salud del blues goza de un momento álgido, no solo a nivel internacional, donde siempre se ha mantenido una escena, que con la frescura de nuevas bandas aportando su magia, se ha ido haciendo cada vez más grande, sino también se va afianzando cada vez más dentro de nuestras fronteras.
Dos años después de su tercer trabajo «Electric Love«, con el que llegó a tocar en salas y festivales de Europa y EEUU, Susan Santos vuelve a la carga con “Skin & Bones”, disco grabado en Madrid en apenas tres días, a la antigua usanza, todos a la vez, con su formación habitual de trío: Manuel Bagüés al bajo, y Ezequiel Navas a la batería, y mezclado en Los Ángeles (California).
Susan regresa con este espléndido trabajo que calza sus zapatos de una madurez sabiamente asumida tras abandonar su proyecto “Susan Santos & The Papa’s Red Band” y tras publicar sus álbumes: “Take me Home” (2010), y “Shuffle Woman” (2011), dos lecciones de blues tejano, rock, country y funky. Fiel a su propio estilo, las canciones muestran visajes al pasado y al futuro con bastante acierto, en un trabajo hilvanado con emociones y cordura que visten al viejo blues con la imperturbable voz de Susan como bandera.
Producido por Juan De Dios Martín, “Skin & Bones” consta de nueve temas que constituyen un variopinto mosaico de raíces de música norteamericana de carretera, con el blues como eje de todo el conjunto. Un nuevo cambio de ritmo en su carrera con una paleta de nuevos y viejos colores para un resultado imponente. El disco cuenta con las colaboraciones de Eduardo Molina, David Salvador y Pablo Martín.
La artista se está ganando un nombre dentro del mundillo a base de esfuerzo y buenas canciones. Susan demuestra ir más allá dando rienda suelta a sonoridades más pantanosas y áridas, con algún regusto silvestre. Canciones que contagian, y nos enseñan en este “Skin & Bones”, que su camino encierra aún más bifurcaciones. Y que el blues, es su filosofía de vida.