Zahara pone voz a la B.S.O de la película «Contratiempo»
«Nadie va a venir a buscarte« es el tema de Zahara para la película «Contratiempo«, uno de los estrenos más esperados del cine español en 2017. La música y la letra ha sido compuesta junto a Fernando Velázquez, músico con una larga trayectoria en bandas sonoras, nominado en cuatro ocasiones a los Premios Goya y quien ha formado parte recientemente de películas como «Un Monstruo Viene A Verme» o «La Cumbre Escarlata«. La película llegará a las salas de cines este viernes.
En «Nadie va a venir a buscarte» Zahara nos deleita una vez más con ese punto intimo y personal que imprime a cada canción. La jienense parece haberse hecho mayor, sus letras entrañan más profundidad y sus melodías se vuelven complejas y enigmáticas. Para esta ocasión, la artista se refugia en su cara más sombría y tenebrosa. Un nuevo un monográfico sobre la soledad que desemboca en un asfixiante final, en el que Zahara va repitiendo el título de la canción una y otra vez, en forma de coda.
De esta forma, y tras la etapa de luminosidad de “Santa”, la ubetense vuelve a esa mezcla de tristeza y oscuridad que presentaba su anterior trabajo, “La Pareja Tóxica”. El tinte melancólico parece adueñarse una vez más de su voz en un ejercicio de exorcismo emocional, que complementado con imágenes de la cinta, nos transporta a los momentos más difíciles y dañinos, donde nos damos cuenta que hemos fracasado y, a partir de ahí, comenzamos a ser habitantes del lugar más triste y doloroso del mundo.
Dirigida por Oriol Paulo y protagonizada por Mario Casas, Ana Wagener, Paco Tous, Jose Coronado y Bárbara Lennie, «Contratiempo» se centra en la vida de Adrian Doria, un exitoso empresario que contrata los servicios de Virginia Goodman, la mejor preparadora de testigos del país, tras ser acusado de un asesinato del que se declara inocente. Ambos trabajarán para encontrar una duda razonable que le libre de ir a la cárcel. Mientras, la aparición de un nuevo testigo de cargo amenaza con destrozar la estrategia de la defensa obligando a recomponer a contrarreloj las piezas de un puzzle imposible.