La sala Joy Eslava se rinde ante el nuevo ciclo de Chambao
Llenar la sala Joy Eslava de Madrid ya es un logro bastante meritorio de por sí, pero tratándose de dos días consecutivos, el hecho pasa de ser algo testimonial a convertirse en un récord al alcance de muy pocos. Y es que el sábado, Chambao consiguió la hazaña en un concierto en el que cautivó al público con sus nuevas canciones y los clásicos de su extenso repertorio, dejando una noche para enmarcar.
La Mari, mujer fuerte y de carácter, desde el primer momento se metió al respetable en el bolsillo con su sencillez, su indudable energía y, sobre todo, con esa voz característica, marca de fábrica de un grupo con un sonido personal e intransferible. Teníamos curiosidad por ver cómo afectaba en el directo la apuesta de la malagueña por los cambios, ese nuevo ciclo y renovación de registros que venía anunciando a diestro y siniestro con el lanzamiento del nuevo álbum.
Y el concierto superó todas las expectativas, porque La Mari salió rodeada de su banda de confianza, los incombustibles Pedro Pimentel (guitarra flamenca), Oliver Sierra (bajo), Jorge Cid (batería), David Villar (teclado), Ricardo Marín (guitarra), Agustín Carrillo (flauta), Juanito Heredia (percusión) y Enrique Rodríguez (trompeta), para ofrecer una actuación inolvidable con música de alto voltaje cualitativo y emocional. Un cuidado y equilibrado repertorio que gustó a todos, en el que defendió con coraje su nuevo trabajo y en el que dejó claro, que a sus 42 años se muestra mas enérgica y vitalista que nunca.
Vale destacar que no se bajara el ritmo ni el saber hacer ni un momento a lo largo de todo el concierto. La Mari no paró de interactuar con el público y todo ello hizo que la actuación se convirtiera en un espectáculo de fluidez sublime. Poco a poco se iban sucediendo las canciones del nuevo disco, temas como “Sin Avisar“, “Imagina” o “Como la luz“, donde los ritmos de música fusión hacían gala del buen rollo y energía que transmite siempre Chambao con su mestizaje latino. Esa especie de virtuosismo callejero que siempre les ha caracterizado, y que vino dado, una vez más, por un despliegue musical a la altura.
Pero Chambao es mucho más, no sólo se trata de fusionar el flamenco con la electrónica o los ritmos latinos. Es, más que un invento, un encuentro. Un modo pionero de hacer canciones que huele a salitre y suena a mar. Y La Mari, con el desparpajo que le caracteriza, dejó claro, durante las casi dos horas de duración, que mantiene muy viva la llama de un grupo que patentó con enorme éxito el flamenco chill. Mención aparte merecen las colaboraciones, grandes amigos y artistas invitados para la ocasión, como Anita Kuruba del recién separado Canteca de Macao (“Sueños”), Fuel Fandango (“Lo Bueno y Lo Malo”), Jorge Drexler (“Universos Paralelos”) y Sandra Carrasco. Todo un elenco que no hacía más que confirmar que la noche del sábado 14 de enero será inolvidable para todos.
Aunque cuando un grupo tiene un recorrido como el que Chambao ha tenido, son sus grandes éxitos los que levantan al público. Temas como “Ahí Estás Tú“, “Poquito a Poco“, “Duende del Sur” o el ya clásico “Papeles Mojados“, compuesto para reflejar el tema de la inmigración y que ha desembocado en todo un himno coreado al unísono en cada concierto, dejaron a la Joy Eslava, rendida literalmente a sus pies. Para la recta final, continuaron interpretando temas nuevos y conocidos, que coronaron una gran noche de fiesta con canciones comprometidas. Grandes mensajes con música que provocaron un bienestar poco habitual y muy difícil de explicar para los no asistentes.