Hugo Salazar presenta su nuevo single, “Pólvora”
En medio de este incendio que es la vida, entre la calma y la explosión de los sentimientos, Hugo Salazar nos trae “Pólvora“, la historia de un fuego cruzado. De lo dulce a lo amargo, de la paz a la pólvora, una historia que no deja de ser un relato cotidiano que transcurre en cualquier relación. Abrir fuego, quedarte tocado (que no hundido), expresar la realidad del amor, reír, pelear, sentir, salir a flote, llorar, amar, herir, volar… no solo son infinitivos, son acciones corrientes del amor, de esta canción… de la vida.
Después de “Adivina, adivinanza”, y de un 2016 plagado de conciertos por toda España, el artista sevillano presenta con “Pólvora” una apuesta personal para devolverle a lo más alto. Muy poco queda ya de ese Hugo Salazar que cautivara a la sociedad española en “Operación Triunfo”. Cinco discos después y con más de 400 conciertos en directo a sus espaldas, el compositor sevillano ha encontrado una madurez musical que ha dado paso a una creatividad artística que le posibilita diseñar canciones con un estilo tan personal como es este nuevo single.
Toda biografía se compone de retazos de muy distintas telas que forman el lienzo de una vida: cierto aroma de leyenda, necesaria bruma que rodea la realidad; las mitologías de infancia y juventud, que acaban convirtiéndose en el Paraíso perdido y una dosis innegable de genética, que dota de verdad a la ciencia. La vida de Hugo Salazar tiene todas estas cosas y algunas más. Nació en Sevilla, siendo el menor de tres hermanos. Desde pequeño vivió la música en su hogar. Su madre Remedios lo llevaba a los ensayos del Coro de la Hermandad del Rocío de Sevilla (al que ella pertenecía). Con ocho años apareció en la carátula del disco “Campanas de la Giralda”. Con este coro participó en la boda de la Infanta Elena en Sevilla así como en la Misa Pontifical del Rocío, entre otras.
Junto a varios de sus amigos de juventud “compañeros de armas, mosqueteros de Híspalis”, fundó el grupo “Cambayá“, que causó furor entre las adolescentes allá donde cantaran. Ir a escuchar sus canciones, las propias pero también versiones de temas populares, era punto obligado de la noche sevillana, y no eran infrecuentes, al acabar la función, las interminables colas de chicas en vilo esperando un autógrafo, un gesto distraído, tal vez un beso robado a la madrugada. Realizaron actuaciones en Sevilla, Madrid, Barcelona y San Sebastián.
Por entonces, apenas veinteañero, la fama local de Hugo Salazar dio un salto de gigante a las pantallas de TV de manos del conocido programa musical “Operación Triunfo“. Hugo fue el quinto finalista en una edición que contó con otros cantantes como Ainhoa Cantalapiedra, Manuel Carrasco, Mai Meneses o Vega. Como triunfito enseguida se ganó las simpatías del gran público, y sus ocurrencias, así como su carácter espontáneo y sincero, pero sobre todo su voz llena de matices y tonalidades en cada interpretación, fueron muy comentados y aplaudidos por el jurado y los tele-espectadores.