Marilia, de Ella Baila Sola hasta el “Infinito”
Tras la gira de su anterior disco “Subir la montaña” y antes de meterse a producir otro álbum de estudio, Marilia decidió dejar reflejado lo vivido en directo, grabar algunas versiones de canciones más o menos populares, desde su sonido y quien es hoy, y celebrar así esta nueva etapa artística. De la emoción vivida en los conciertos y en agradecimiento a la gente que ha hecho suyas estas canciones, nació “Infinito“, un álbum que recorre veinte años de canciones y que se publica este 19 de mayo bajo su propio sello.
El disco surge de una gira acústica previa en la que el público hacía peticiones. El deseo de ilustrar lo que habían sido esos conciertos la llevó “de manera visceral” al estudio de grabación. Allí reinventa alguna versión y las mejores composiciones de su carrera, pero con un objetivo claro, defenderlas en directo con una instrumentación mínima, sólo con su voz y su guitarra. A través de 12 canciones Marilia recorre todas sus etapas, desde sus inicios, como integrante del dúo Ella Baila Sola, a su época más reciente. Y los ha registrado junto al guitarrista Nacho Mur y el percusionista Karlos Arancegui en el estudio El Lado Izquierdo, con Dany Richter como ingeniero de sonido.
El primer single, “Si no es un sí es un no”, es la única canción inédita del álbum. Un tema que aporta colores nuevos y sirve de adelanto a su próximo disco. La letra de la canción habla de darnos ese “sí” que nos permite hacer lo que hemos venido a hacer y ser felices, sin ponernos obstáculos. Marilia concibe la canción como una invitación a aceptarnos cómo somos cada uno, con nuestras cualidades y diferencias. Nace como una reflexión sobre el rechazo y acaba hablando sobre el amor y el compromiso con ser quien eres, de no conformarse con menos.
El tema viene acompañado de un videoclip grabado en el Club Alma, por el músico y realizador David Iñurrieta. Refleja esa fuerza interior que tanto se condena, se persigue y se señala en la historia, a través de mujeres de distintas edades y rasgos. También refleja la conexión entre todas las ellas, aportando cada una diferentes matices de belleza, sensibilidad, búsqueda, alegría, ternura, fortaleza… Una atmósfera sutil que transmite fortaleza, valor y capacidad para elegir y decidir.