Alessio Bondì estrena en España su álbum debut, “Sfardo”
El mundo de Alessio Bondì es un mundo muy personal. El cantautor de Palermo, ganador del Premio De Andrè en el año 2013, lleva años desarrollando un particular estilo en el que habla de su infancia, su herencia y su cultura, con madurez y hasta surrealismo. Después de conseguir el reconocimiento en su país, dar conciertos por Europa y participar en distintos proyectos, el folk íntimo del artista finalmente llega a todo el mundo con su primer disco, “Sfardo”. El álbum ya lleva un par de años publicado en Italia y el pasado 24 de noviembre fue lanzado en otros 10 países: Austria, Bélgica, Brasil, Francia, Alemania, Luxemburgo, Holanda, España, Suiza, Reino Unido.
“Sfardo” lo componen diez temas en los que se pueden apreciar influencias de Devendra Banhart, Jeff Buckley y hasta la leyenda de la música siciliana Rosa Balisttreri. De hecho, todos los cortes están cantados en siciliano, el dialecto nativo de Bondì. Un siciliano agrio y desencantado (lejos del torpe palermitano que hincha la boca pero no los corazones), y que se presta bien a las narraciones de las canciones incluidas en el álbum, todas sinceras, impredecibles y muy exóticas. No obstante, en el lanzamiento físico del disco se incluyen las letras traducidas en cinco idiomas distintos.
Alessio Bondì es un autor de raza. Su manera de componer es mestiza: nace de las raíces populares y se mezcla con los ritmos contemporáneos y el sonido exótico de su idioma nativo. Entre los temas más recurrentes de su trabajo está la nostalgia. De ahí nace la inspiración que da forma al álbum, y que queda perfectamente reflejada en cortes como “Granni Granni“. Pero más allá de la sensación de atarse a su tierra, la variedad de estilos y registros musicales que ofrece el disco hacen que el trabajo del joven compositor italiano sea altamente recomendado para todos aquellos que aman la buena música y que no tienen un enfoque superficial de las canciones.
En el disco, encontramos por un lado la invectiva del joven artista que lucha por encontrar su propio espacio (“Iccati sangu“) pero también el discurso oral de un intérprete que quiere dejar al margen su vida privada en las composiciones (“Rimmillu ru votes“). Así, las canciones del álbum, aunque diferentes, se caracterizan por la particular figura estilística del autor y la naturalidad de su interpretación. Donde su lírica, auténtica para el idioma elegido, hace de Bondì un músico atípico, ambicioso, que ha buscado durante mucho tiempo la propia esencia para sus canciones y que, paradójicamente, sólo la ha encontrado cuando se ha despojado de todas las florituras.