«La Torre Picasso», la obra maestra de Arde Bogotá
Vivimos en la era de la inmediatez. Todo se consume demasiado rápido, incluida la música. Las canciones son cada vez más cortas y la fórmula del éxito consiste en hacer temas pegadizos con gancho inminente. Al menos era así hasta que ha llegado Arde Bogotá para romper las reglas del juego. Y es que, mientras la tendencia de todos los artistas está ya por debajo de los tres minutos, la banda cartagenera ha presentado su nuevo single, «La Torre Picasso», superando los ocho minutos.
La canción es la antítesis de lo comercial y no sólo por su duración. «La Torre Picasso» presenta un ritmo lento y cadencioso, un estribillo que tarda bastante en llegar y muchos interludios instrumentales, recordando más a éxitos del pasado como «American Pie» o «Stairway to Heaven» que a producciones recientes. Y no por eso es menos atractiva. Al contrario, Arde Bogotá ha diseñado una obra de arte que se ha colado entre las mejores canciones publicadas de lo que llevamos de año.
Lo es por su manera brillante de combinar estilos, desde el rock más puro al indie, con una explosión final de adrenalina y aires de psicodelia no aptos para cardíacos. Pero sobre todo lo es por su discurso sonoro. Y es que, la ambición de Arde Bogotá casa con una capacidad artística que les está llevando a arrasar con todo. Los de Cartagena son ya la banda del momento. Y esa virtud para desmarcarse del mainstream, romper los cánones establecidos y seguir callando bocas dice mucho de ellos.
Y si alguien se ha ganado a pulso la licencia de hacer lo que le venga en gana son ellos precisamente. Dos nominaciones a los últimos Grammy Latinos les avalan y eso desemboca en una osadía musical sin precedentes. Y seamos realistas, hay que jugar en otra liga para presentar una canción que alude a «derribar la Torre Picasso» justo en la semana del 11 de septiembre. Pero no nos asustemos, que la letra es metafórica y el emblemático rascacielos de la capital no corre realmente peligro.
Su objetivo no es otro que es derribar todos los elementos negativos que nos amargan la vida, como el estrés o la ansiedad. La Torre Picasso, un edificio de oficinas, no es más que la representación tangible de la rutina. Destruir ese símbolo y las dudas que deja el vacío después del combate son parte de la reflexión. Y para ello, un videoclip apocalíptico y la versión más pura y orgánica del sonido Arde Bogotá son, tal vez, la manera más sincera y directa de llegar a nuestros corazones.