Nazario Guerrero, el músico que abraza la cotidianidad
En un mundo cada vez más dominado por la superficialidad, proyectos como el de Nazario Guerrero resuenan como un soplo de aire fresco. El cantante y compositor rondeño abraza la cotidianidad tratando de poner música a los pensamientos más intensos. Ahí el silencio es su mejor consejero. En ese entorno reservado encuentra la calma para reflexionar sin distracciones externas. Marcándose un objetivo claro, que la audiencia se identifique con él y decida unirse a su introspectivo viaje.
Es esa cercanía la que hace precisamente que el público se adueñe de sus canciones. Su nuevo single “Un Día Gris en el Barrio” es el mejor ejemplo. El título ya adelanta lo que nos vamos a encontrar en su interior: las vivencias de un día cualquiera. Y ahí es donde nos traslada la canción, a un lugar tranquilo cuando la ciudad duerme. Toda una oda al paso del tiempo, a la belleza de las cosas pequeñas y a esos miles de gestos que pasan desapercibidos pero que rompen nuestra monotonía.
El lanzamiento viene acompañado de un videoclip en el que el cantante revela algunas de sus influencias, tanto visuales como musicales. Así, bajo una estética ochentera inspirada en bandas como Mecano o Presuntos Implicados, las imágenes nos transportan a una habitación parada en el tiempo. Un reloj congelado, una flor que no puede crecer, un piano que no puede tocarse y un hogar cubierto de plásticos pretenden preservar los recuerdos de nuestra memoria de una manera casi infantil.