“Deberes de terapia”, así suena lo nuevo de Celia Becks
Dejar una de las bandas con más tirón del momento para emprender una carrera en solitario puede resultar cuando menos atrevido. Pero para ser feliz hay que ser valiente. Y ese riesgo, que muchas veces nos da miedo a afrontar es lo que nos permite alcanzar las mejores cosas. La artista madrileña Celia Becks nos puede dar una clase magistral de cómo sacar a flote esta valentía. Quizás ya conozcas su nombre, aunque puede que te suene más si te decimos que ha sido bajista de La La Love You durante una década.
Junto a sus compañeros Celia experimentó un éxito sin precedentes. Mientras la pandemia azotaba con fuerza toda la industria, La La Love You fue una rara avis que no solo capeó con fuerza el temporal, sino que subió a lo más alto del Olimpo. Hasta el punto de robarle a Aitana el Premio MTV EMA al Mejor Artista del año. Después llegaron más reconocimientos, el Premio Odeon y un triple Disco de Platino por “El fin del mundo“, tema con el que han superado los 85 millones de reproducciones en Spotify. Ahí es nada.
Ahora Celia quiere repetir éxito con su proyecto personal. Algo que por otro lado no es nuevo, ya que desde 2013 ha estado publicando canciones en solitario, aunque no de forma regular. Si bien el pasado 13 de enero ya nos daba una pista de cuáles eran sus intenciones para este año con la publicación de una colaboración junto a Nena Daconte, “Tu canción“. Ahora, dos meses después, llega la primera pieza de este trabajo, “Deberes de terapia“, una composición que nace de la necesidad de cuidarse a sí misma.
El título de la canción viene de sus sesiones de terapia. Son las tareas que su psicóloga le puso, y que ella fue apuntando y cumpliendo para ser su mejor versión. Cuidándose, protegiéndose y respetando lo que cada uno quiere en cada momento. Aprendiendo a decir que no, marcando límites y líneas rojas y siendo honesta con ella misma. Haciendo cara a las inseguridades y miedos que te frenan en el día a día. Porque la vida es muy complicada y a veces ocurren cosas que no podemos o no tenemos por qué gestionar solas.