“Standing O”, la lucha contra la opresión de Glass Mansions
Si hay un sentimiento capaz de unir a la gente, es el que produce la música. Al igual que el arte, el cine o la literatura, las canciones son el mejor instrumento para expresar nuestras ideas, crear vínculos con los demás y levantar la voz ante las injusticias sociales. Ahí, uno de los sentimientos más arraigados en los últimos años es el empoderamiento femenino. Artistas como Rozalén, Shakira, Miley Cyrus o Beyoncé han conseguido que sus canciones se conviertan en auténticos himnos a favor de la mujer, con el fin de deshacernos de los estereotipos, de la desigualdad y de los tabús que aún siguen en la sociedad.
Pero si bien no con tanto impacto mediático, los himnos feministas han existido en el mundo de la música desde hace décadas. No hay más que recordar el icónico “Respect” de Aretha Franklin o la canción “You Don’t Own Me” de Leslie Gore. Esta última cumple en 2023 precisamente sesenta años desde su publicación. En ella, una jovencísima Lesley, reclamaba con apenas 16 años su emancipación amenazada, cantándole a su pareja que era libre y no era propiedad de nadie. Con el tiempo, “You Don’t Own Me” ha servido de inspiración para muchos artistas, entre ellos al dúo de pop alternativo Glass Mansions.
Tal y como ha afirmado su vocalista, Jayna Doyle, la canción de Gore le inspiró para componer su último single “Standing O“. La letra cuenta la historia de una mujer que lucha por ser respetada, pero que se encuentra con un ambiente hostil y opresivo, tanto dentro como fuera de la industria musical. Jayna escribió esta canción en un momento de su vida en el que sentía la frustración máxima de sentirse mujer. Con ella quiere dejar claro que nuestra voz es lo más poderoso que tenemos: Hay que hablar por nosotros mismos, votar, protestar contra la opresión y sobre todo, reclamar nuestro sitio en el mundo.
No es la primera vez que el dúo estadounidense alza la voz para protestar contra un tema al que consideran injusto. Sus videoclips han sido siempre dardos certeros al corazón de la sociedad. Las imágenes han buscado siempre encender al oyente para que siga luchando contra la xenofobia, la autonomía y los derechos de la mujer o la representación de la comunidad queer. Todo siempre acompañado de una producción cuidada al milímetro, con exuberantes capas electrónicas y letras inteligentes e íntimas. Influenciado por el pop moderno de los noventa, sintetizadores pesados y ritmos ajustados y aptos para bailar.