Íñigo Merino, “La amistad con Taburete me la llevo para toda la vida”
Íñigo Merino cerrará su gira “Tal Vez Mañana” con el concierto más importante de su carrera. Será en La Sala del Wizink Center el próximo 16 de diciembre. Mientras llega esa fecha nos presenta una colaboración con Taburete que lleva por título «Voy A Salir A Por Ti». En esta entrevista hacemos un repaso a su trayectoria, sus planes futuros y nos cuenta un poco más sobre este lanzamiento.
Escucha la entrevista completa:
– Perteneces a esa nueva generación de cantautores que se mueven en esa línea fronteriza entre el pop y la canción de autor. ¿A ti dónde te gusta más que te ubiquen, más cerca del pop o de la canción de autor?
– Me entiendo más como un cantautor, pero entiendo que la industria tenga que clasificarnos. Yo siempre me veré como un tío que escribe canciones y ya.
– Acaba de salir una colaboración tuya con Taburete, que lleva por título “Voy A Salir A Por Ti”. ¿Cómo nace esta canción?
– Nace de una forma natural y muy orgánica, unos amigos juntándose a escribir, a comer o a tomar una cerveza. Y que acaban tocando y cantando porque es lo que hacen y es a lo que se dedican.
– Me gusta mucho el vídeo de la canción, que es muy minimalista, de hecho está grabado con apenas un par de tiros de cámara. ¿De quién ha sido la idea de hacerlo así, tan íntimo?
– Queríamos representar la naturalidad de la colaboración. Primero, se nos propuso hacer un videoclip con más presupuesto, más pensado, con una producción audiovisual más profesional. Pero llegamos a la conclusión de que como el tema había surgido con tanta naturalidad, deberíamos seguir todo ese germen. Entonces decidimos hacer un videoclip muy rápido, sin pensarlo mucho, sin darle mucha vuelta.
– Y ahora que no nos oyen los chicos de Taburete, ¿Quién ganó la partida de cartas? ¿Hubo alguien que hizo trampa?
– Ganó Willy, porque siempre gana Willy. Pero no porque hiciera trampas.
– Tu amistad con Taburete viene de lejos. Ya hace tiempo tuviste la oportunidad de telonearlos en Badajoz y este año habéis repetido experiencia en el Wizink Center. Además, tus dos discos han salido editados con su sello discográfico, ¿Qué significa para ti que hayan querido apostar tanto por Íñigo Merino?
– Estoy mucho más agradecido de la amistad que tengo con ellos que de todas las oportunidades profesionales que me han dado, de las cuales también estoy agradecido. Pero la amistad me la llevo para toda la vida, aparte de la música.
– En diciembre de este año volverás al WiZink Center, pero esta vez no como telonero, sino con tu propio proyecto personal. ¿Te imaginabas en algún momento que ibas a estar subido ahí en ese escenario?
– No me lo imaginaba. Al final para ir a un concierto tienes que invertir tu tiempo, tu dinero. Hay gente que se quita de cenar un viernes para ir a un concierto un sábado. Hay otra gente que no, pero creo que es de agradecer.
– Vivimos en un mundo donde ya no hay solo mucho inmediatez, sino que hay también una masificación de artistas tremenda, con lo cual que la gente te dedique ese tiempo es todavía más especial.
– Pues sí, la verdad.
– A nosotros nos gusta también apostar, no en el modo de cartas, pero sí por los artistas emergentes. En tu caso, por ejemplo, hay una canción que lleva sonando en bucle durante todo este año en nuestra web, que es “Contigo y Sin Ti”. ¿Qué historia lleva detrás esta canción?
– Es un tema que surge de la necesidad de decirle a alguien que aunque las cosas han ido mal algunas veces, apuestas por eso.
– Esta canción forma parte de tu último disco, “Tal Vez Mañana”, que es un álbum conceptual que tú mismo dices que está escrito a partir de experiencias personales que te han tocado muy de cerca. ¿Cuál es el hilo argumental que une todo el trabajo?
– Los errores. El disco está pensado como los sentimientos que tiene la gente, entre los que me incluyo, cuando cometes un error: El sentimiento de culpa, la añoranza de la persona que eras y no en la que te estás convirtiendo. Y todos esos sentimientos por los que creo que las personas pasamos cuando cometemos un error y nos arrepentimos.
– Y de todo ese viaje emocional que es “Tal Vez Mañana”, ¿Cuál dirías que es la etapa más importante o al menos con la que nos deberíamos de quedarnos al final del camino?
– El disco cierra con “Diez vueltas del sol”, que es un mensaje de esperanza. Me encantaría ser optimista y decirte que al final todo sale bien, pero que no se te olvide que soy cantautor, así que me quedo con la parte un poco más pesimista: el sentimiento de culpa.
– Hay dos canciones en este trabajo que son el eje sobre el que giran todas las demás. Una de ellas es “Duro y tiemblo”, que va dedicada a esas personas que se han sentido infravaloradas alguna vez. ¿Es autobiográfica y en cierto modo dedicada a esa inmediatez que estábamos hablando en el mundo de la música, donde no siempre se recoge todo lo que se siembra?
– Podría ser, pero no. Está inspirada en mi paso por el mundo laboral, en las luchas de poder que hay entre la gente más joven para ganarse el puesto. Y creo que hay una diferencia muy grande entre esa industria y el sector al que me dedico ahora dónde nos apoyamos mucho. Otros sectores deberían aprender de la música, porque se puede llegar a un punto de éxito profesional, entre comillas, sin pisotear a nadie.
– La otra canción central del disco es “I love you”. Tu has llegado a afirmar de ella que es el error del que salen todas las demás, ¿Cuál es ese error del que estamos hablando y por qué hay que tomarlo como punto de partida?
– Primero porque fue el primer tema que escribí y luego porque, es el germen del que nacen el resto de canciones. Es la historia de una persona que tengo muy cerca de mí, que le fue infiel a su pareja. Intenté contar la historia de la manera más cruda posible, como si hubiera sido yo. Intenté interiorizar su sentimiento y explicárselo a la gente de ese modo, pero al final vi que había un hilo del que tirar y de ahí nacen las demás.
– Has confesado que sientes admiración por cantautores como Joaquín Sabina y Javier Krahe, pero al mismo tiempo también eres seguidor de grupos como The Beatles, incluso bandas independientes como Viva Suecia. ¿Cuál dirías que es ahora tu mayor fuente de inspiración?
– Absolutamente todo lo que has dicho, la verdad. Luego al final intentas separarte un poco de ellos, como es lógico, porque quieres tener tu esencia. Pero entiendo que al final la gente, si se fija bien, encuentre cosas que le suenen a Krahe o a los demás.
– Al final tener tanta variedad de influencias hace que sea más difícil que se te etiquete. Es decir, si eres un cantautor puro y sigues a Sabina, a lo mejor es más fácil que todo te suene a Sabina, pero al final si coges un poco de cada lado, sacas tu propio sonido.
– Justo. Yo no sé si tengo un estilo diferenciado o no, pero creo que necesariamente me he inspirado en ellos y algo bueno he sacado de ahí.
– También has colaborado con muchos artistas emergentes, como Andrés Suárez, Luis Fercán, Yoly Saa. ¿Qué te han aportado cada uno de ellos a la composición?
– Sobre todo ganas de currar. Todos lo que has nombrado escriben infinitamente mejor que yo, quiero parecerme a ellos en lo personal, pero también quiero parecerme a ellos en lo profesional, porque son buenísimos. Sobre todo lo que me han dado han sido ganas de escuchar mucha música, ganas de seguir escribiendo.
– En algún momento has dicho que para ti la música es como una forma de desahogo. ¿En qué momentos encuentras la mayor inspiración para componer? Porque hay mucha gente que dice que las mejores canciones salen siempre de los momentos tristes. No sé si a ti también te pasa.
– Me encantaría decirte que no, pero sí. Si no me pasa nada, si estoy bien, me voy por ahí con mis amigos. Y si estoy mal me quedo en casa componiendo. Admiro mucho a las bandas que son capaces de sacar temas alegres y festivos, pero yo no sé hacerlo. Me resulta mucho más sencillo escribir desde una perspectiva más introspectiva.
– El año pasado comentaste que no descartabas participar en el Benidorm Fest, no con tu proyecto como artista, pero sí como compositor. Ahora que ha acabado el plazo, ¿has enviado alguna canción como compositor?
– No. Es una oportunidad maravillosa para hacerte un nombre y el formato me parece que da muchísima visibilidad, tanto a artistas como a compositores, pero no me veo en él ahora mismo.
– Mientras el mundo se paralizó por una pandemia, tú supiste exprimir el tiempo al máximo y mucha gente te empezó a conocer gracias a las versiones que subías en redes sociales. ¿Cómo viviste toda esa etapa?
– Pues lo viví mal, la verdad, me pareció un momento muy jodido. Imagínate las personas que morían todos los días. Fue una época terrorífica y ojalá nunca volviera a pasar. Yo agarré la guitarra como un método de desahogo, lo que has dicho tú antes.
el plazo, ¿has enviado alguna canción como compositor?
– No. Es una oportunidad maravillosa para hacerte un nombre y el formato me parece que da muchísima visibilidad, tanto a artistas como a compositores, pero no me veo en él ahora mismo.
– Gracias a esos vídeos conociste a los componentes de Taburete y también se pusieron en contacto otros artistas, como Dani Martín. ¿Qué es lo que te dijo Dani?
– Escuchó un tema que se llama “Jaque Mate” y me dijo que le gustaba mucho. Imagínate mi cara, luego le envié una foto que tengo con él en el palco del Vicente Calderón, al que me llevó mi padre. No sé ni por qué, porque a mí no me ha gustado nunca el fútbol, pero a mi padre sí. Era el destino.
– Antes trabajabas como abogado en un despacho y lo dejaste todo por la música. De hecho, tu primer disco salió mientras trabajabas allí. ¿Cómo pudiste compaginar todo?
– Pues durmiendo poco. Y luego también que Antón y Guadas, que produjeron el disco, me dieron la posibilidad de tener unos horarios de grabación un poco extraños. Porque empezábamos a grabar a las 8 de la tarde cuando yo salía del despacho y terminábamos a las 2 de la mañana.
– Y si en algún momento la burbuja de la música se explota y tuvieras por lo que sea dejar de cantar, ¿volverías a ese trabajo?
– Volvería sin duda. Porque a mí la abogacía me gusta mucho. Y trabajaba además en un despacho maravilloso. Volvería a la abogacía, sí, sí.
– Hay una canción tuya que es “El Espejo”, que va dedicada a todas las personas que te rodean. ¿Qué pensó toda esa gente cuando primero decides venirte a vivir a Madrid y segundo dejarlo todo por la música? ¿No te llamaron loco?
– No, la verdad es que no, porque fueron viendo señales. Me apoyaron al cien por cien y se lo agradezco mucho porque, tengo amigos de profesión a los que su familia no les ha apoyado tanto y en ese sentido, creo que tengo mucha suerte.
– Para todas esas personas que tienen inquietudes musicales pero que se sienten cohibidos por un motivo u otro, ¿Qué consejo les darías?
– Que escriban, no les puedo otro consejo que ese. Que pronto se van a dar cuenta que la canción te gana siempre. Y si hay canciones buenas tienes una oportunidad.
– El año está a punto de acabar, aparte de ese concierto en el Wizink Center, ¿tienes programado algún otro para el 2024?
– El año que viene es de sentarse a pensar, ver qué se graba y qué no se graba y ver toda esa parte que está detrás del lanzamiento de una canción, que es básicamente elegir el productor, los músicos que graban… Todo eso.
– Muchas gracias por tu tiempo, Íñigo. Te deseamos toda la suerte del mundo con tus próximos proyectos. No sé si quieres añadir algo más.
– Sí, mis redes, Íñigo Merino, por ahí me encuentran. Y les animo a todos a venir al concierto de fin de gira, el 16 de diciembre.