“Ella”, el magnetismo lleno de fragilidad de Laaza
Hay artistas que son capaces de cautivar gracias al magnetismo que desprenden. Eso es lo que sucede con Laaza. La joven barcelonesa tiene esa personalidad única que centra todas las miradas antes incluso de empezar a cantar. Una aparente fragilidad que contrasta con la profundidad de sus melodías intimistas. En ellas despliega todo su arsenal poético, con letras cargadas de mensaje que exploran la idealización de experiencias pasadas y el anhelo de momentos perdidos en el tiempo.
En esa destreza para contar historias está su punto fuerte. No se trata solo de abrir la caja de pandora y proyectar palabras que conecten con la audiencia. En un mundo que premia la inmediatez sobre lo sosegado, Laaza invita a sumergirnos en una atmósfera etérea llena de melancolía. Un conjunto de canciones donde la reflexión y los sentimientos conviven en un mismo espacio, invitando al oyente a pensar sobre su propia vida y a buscar una existencia más emocionante y llena de aventuras.
“Ella” es el mejor ejemplo de ello. Una composición suave e intima que habla de un tema tabú: los celos en la pareja. La lírica adquiere un tono personal al confesar abiertamente la envidia que siente hacia la anterior pareja de la persona de la que está enamorada. Todo lleno de una honestidad cruda, revelando la vulnerabilidad de la protagonista ante la triste realidad de sus emociones. Una canción sin pretensiones, con una autenticidad aplastante y una visceralidad eficazmente llamativa.