Javier Montané, «Me gusta priorizar el mensaje sobre todo lo demás»
Tras más de una década al frente de su anterior banda «Lecciones de Vuelo», Javier Montané inicia una nueva etapa en solitario. Con ella da un giro de 180 grados a su sonido apostando por un conjunto de canciones sencillas y honestas donde las letras cobran un especial protagonismo. En esta entrevista nos habla del EP que servirá como carta de presentación a este proyecto. Un álbum que saldrá a la luz próximamente y del cuál hemos podido escuchar ya los tres primeros adelantos.
Entrevista la entrevista completa:
– Acabas de iniciar tu proyecto en solitario después de diez años al frente de tu anterior banda, “Lecciones de Vuelo”. Para la gente que te siga desde esa otra etapa. ¿Qué diferencias va a encontrar entre lo que venías haciendo allí y este nuevo proyecto como solista?
– La diferencia principal es que antes éramos seis personas en la banda y las composiciones las hacíamos entre todos. Ahora yo me encargo prácticamente de todo y al estar solo es mucho más intimista. También quería que fuera muy emocional y que se viera claramente eso, que al frente está una sola persona. De ahí sacarlo con mi nombre directamente. Y básicamente cambia el estilo musical. Antes era a un indie o un pop más enérgico lo que me apetecía hacer. Y en este caso tiro más hacia el folk, pero manteniendo la esencia de los efectos y la visceralidad que tenía con Lecciones.
– Estar en un proyecto en solitario te permite tener más libertad creativa, pero a cambio da más quebraderos de cabeza al tener que gestionarlo todo tú. ¿Echas de menos tener a alguien al lado que te apoye en las decisiones importantes?
– Sí, la primera canción que hice de este proyecto “Puerta al Sótano” la hice entera yo en mi casa. Me encargué de grabar todos los instrumentos, de mezclarla… y luego la mandé a masterizar. ¿Qué ocurre? Que pasar de un proyecto en el que te sientes arropado a otro en el que estás completamente sólo tiene su cosa negativa, ya que te aburres tomando todas las decisiones y te puedes equivocar más también.
Esa primera canción gustó bastante y me animó a seguir haciendo más temas en esa línea tan intimista. Me puse en contacto con Lucas Bolaño (Estrella Fugaz) y conectamos enseguida. Él me produjo cuatro temas, uno de los cuales todavía tiene que salir. Me gusta su música, pero también necesitaba el contacto de trabajar con otro músico como él. El hizo los arreglos y se ha currado mucho la instrumentación de las canciones. Luego lo ha masterizado Bernardo Calvo, que es otro ingeniero de sonido buenísimo. Por tanto si me preguntas… sí, prefiero trabajar con gente. Es más divertido.
– El cambio de una etapa a otra no ha sido fácil, ya que estuviste durante casi tres años sin poder tocar ningún instrumento y con un vacío creativo importante. ¿Qué te pasó exactamente?
– Lecciones de vuelo ha sido el grupo de mi vida. He estado 10 años componiendo prácticamente todos los días, ensayando, haciendo conciertos… siempre ha sido una inercia creativa total. En el momento en que el grupo se disuelve yo caí en una depresión. La música, aquello que más amaba y que más me liberaba se acabó, convirtiéndose de repente en lo que más odiaba. Llegué al punto de no poder escuchar ninguna canción, dejé de componer, no iba conciertos, no hacía nada… Y fue un proceso que me duró mucho.
– La primera canción que publicaste llevaba por título “Puerta al Sótano” y nos abría paso a un mundo interior lleno de misterio e incertidumbre, ¿Por qué elegiste esta canción como carta de presentación de tu proyecto en solitario?
– Las canciones que estoy haciendo ahora son muy conceptuales, en el sentido de que están relatando una etapa. “Puerta al Sótano” es la primera que compuse después de tres años sin hacer nada y para mí tiene mucho significado. El hecho de «abrir» significa liberarme. Y como bien dices, la puerta es una metáfora que simboliza ponerme en la casilla de salida y decir… voy a salir del sótano en el que estoy metido.
– Un sótano suele ser un lugar al que da pánico bajar. ¿En algún momento tuviste miedo de no ser capaz de salir de esa espiral autodestructiva?
– Sí, claro. Cuando estás ahí es muy complicado salir. Aparte del ejercicio interior que pude realizar yo, si no hubiera tenido a mi alrededor gente apoyándome no hubiera sido capaz de volver a la música. Cuesta mucho, porque te ves incapacitado para todo. Estábamos despegando y consiguiendo cosas importantes, entrando en festivales… De repente se corta todo y sientes que ya nada de eso va a volver.
– La metáfora del sótano se utiliza también en psicología y ayuda a los pacientes a entender la importancia de enfrentar sus miedos. ¿Ha sido la música para ti la mejor terapia?
– Totalmente. Si escuchas las canciones detenidamente verás que doy mucha importancia a las letras. Para mí son muy terapéuticas y están relatando sensaciones todo el rato, de miedo, de incertidumbre, de estar en un sótano del que no se puede salir… Utilizo este proyecto para hablar de todo eso, pero también para hablar de cosas del entorno en el que vivimos. Me gusta priorizar el mensaje sobre todo lo demás.
– “Puerta al sótano” es una canción que no estará incluida en tu primer EP, ¿Por qué se ha quedado fuera?
– Más que nada por un tema de sonido. Esa la grabé en mi casa y he preferido sacar las cuatro canciones producidas por Estrella Fugaz. Por la temática podría haber estado incluida perfectamente. Pero suenan diferentes.
– La que sí estará dentro del disco es “La Retirada”, tú último single, una de las canciones más personales que has escrito hasta la fecha. ¿Te ha costado mucho quitarte la coraza y sacar a la luz los sentimientos más profundos?
– Sí, sí cuesta. Esta canción dudé mucho si sacarla o no, porque es mostrarse demasiado. Antes de publicar algo siempre paso un filtro con la gente de mi alrededor. Ellos entienden bastante de música y son músicos muchos de ellos, así veo sus reacciones. Cuando hice la letra de «La Retirada» era exponerse mucho. Pero el feedback que recibía era bueno. La gente que la había escuchado se sentía identificad con las noches de insomnio, los pensamientos recurrentes… Y es que al final, a todos nos pasan esas cosas en algún momento.
– La letra habla de forma muy explícita de todos esos pensamientos negativos que nos vienen a la cabeza al final del día. ¿Qué tiene la noche para que nos vengan a visitar todos los fantasmas?
– Es el momento del día en el que estás más contigo mismo. Estás sólo, a oscuras y en un estado de supuesta relajación. Tu mente reacciona con eso y con cosas que no pensaba durante el día. Y te viene todo de golpe. Ese insomnio recurrente de pensamientos que te vienen a la cabeza y que muchas veces no puedes controlar me pasa mucho.
– ¿Y es verdad eso que dicen de que cuando cae la noche los artistas hablan con el silencio?
– En mi caso me grita, yo creo.
– Hace poco tuvimos aquí a un cantante que nos dijo que él se daba paseos a las 5 de la mañana para encontrar la inspiración. ¿Es también para ti el mejor momento del día para componer o en tu caso cual sería?
– No. Yo soy una persona que siempre he dormido poco. Para mí no hay un momento clave para componer. Puedo estar sin componer nada durante tres meses y de repente en una semana hacer dos o tres canciones de golpe, porque me viene así. Y el tema de las horas nunca he reparado en ello. Hay gente que se pone frente al papel, con la guitarra o el piano y se esfuerza en componer algo en ese momento y le sale. Eso yo no puedo hacerlo. Me tiene que venir, estar enfadado por algo o sentirme inspirado. Y eso me puede pasar en cualquier momento del día, no hay una hora concreta.
– “La Retirada” es una canción que está escrita de forma muy poética. ¿Qué porcentaje de importancia le das a la letra en el éxito de una canción?
– Depende de lo que estés haciendo. En mi anterior banda, aunque las letras las trabajaba también le daba mucha importancia a los arreglos, las estructuras… En este caso, al estar yo solo, priorizo totalmente la letra por encima de todo. Luego los arreglos que hay en la canción van para potenciar el mensaje y la emoción, todo tiene que tener sentido. Pero siempre supeditado al mensaje de la letra.
– Los tres adelantos que hemos podido escuchar por ahora de este EP hablan de los altibajos emocionales. ¿Qué importancia le das tú a la salud mental en el éxito de un artista?, ¿para conectar con el público es necesario sentirse a gusto con uno mismo primero?
– Para conectar con la gente lo primero que tienes que hacer es olvidarte de ella. Es decir, si yo estuviera pensando en si va a gustar o no, no haría estas canciones. De hecho, me importa poco si me escucha más o menos gente. Lo que me importa es que cuando me escuchen le llegue de verdad. Eso es algo que yo creo que tendría que pensar cualquier persona que haga canciones. Tienes que hacer lo que tú sientes, lo que a ti te gusta, y si a ti te gusta, seguro habrá más gente a la que le gustará.
– Esa lucha interna entre la razón y el corazón sale a flote en “Alguna que otra canción”. ¿Abordar temas tan viscerales es una manera de cicatrizar las heridas que tenía tu corazón?
– Total. Como te decía antes estas canciones las he utilizado como terapia. Es una manera de hablarte a ti mismo y de conocer el estado en el que estás. Y de esta manera, poder tomar un camino u otro y seguir avanzando en lo que más te gusta. Las heridas cicatrizan al final, esto es así. Y en mi caso, por ejemplo, me ayuda a que cicatricen más rápido haciendo este tipo de canciones.
– Hace 7 años dijiste en una entrevista con Lecciones de Vuelo que si no estuvieras en el grupo estarías todo el día amargado. ¿Ha sido más duro el camino de lo que te esperabas?
– Estuve amargado e irascible, es así. Me convertí en una persona completamente huraña, digamos. Así que mira, adelanté lo que me iba a pasar.
– ¿Y quién fue la primera persona a la que le enseñaste una canción de tu proyecto en solitario?
– La primera persona, aparte de mi pareja, fue mi amigo Juanma, con quien tengo otro proyecto musical ahora a medias. Hay figuras en tu vida que de repente se convierten en personas muy importantes y él fue una de ellas. Me ayudó sin saberlo, simplemente haciendo cosas… Por ejemplo, fue el primero en llevarme a un concierto después de esta etapa y siempre digo que gracias a eso he vuelto a tener ilusión por componer. Luego, de Lecciones de Vuelo hay otras dos personas importantes en mi vida que son Fer y Pablo, que también me han apoyado mucho.
– Más allá de lo emocional es evidente que hay un cambio de registro hacia un estilo más introspectivo de lo que venías haciendo. ¿Te preocupaba cómo iba a reaccionar la gente a este cambio?
– Al principio, cuando saque la primera canción sí que pensaba que no se iba a entender, porque venía de una cosa muy enérgica, con directos potentes y unos fans muy arraigados al estilo. Y de repente, les presento algo completamente diferente, con una letra mucho más reflexiva. Era vértigo, pero por lo que había antes. No obstante, las cuatro o cinco personas a las que les mande la canción siempre me animaron. Y bueno, eso me dio un poco de tranquilidad. Luego hay gente a la que no le ha gustado absolutamente nada, que es totalmente comprensible, y otras a las que les gusta mucho. Y aunque es poca gente la que escucha estas canciones en comparación, me llena mucho.
– Otra de las canciones incluidas en este disco, “El colapso”, comienza con la indecisión de no saber qué contestar a una pregunta tan “simple” como ¿Qué tal estás?. ¿Por qué nos cuesta tanto ser sinceros y contestamos casi siempre “bien” de forma automática a esa pregunta?
– La canción habla de cómo somos marionetas de un sistema para el que el ser humano no estamos preparados. Automáticamente, con esa frase, no sabemos si decir «bien» o decir la verdad. Al final es un poco inseguridad. Somos mono de repetición y lo que estamos viendo es lo que vamos a reproducir. Si todo el mundo está bien, tú tienes que estar bien. Y nadie está bien realmente, porque cada uno tiene lo suyo.
– Si yo te hago esa pregunta ahora después de haber hablado de toda esa etapa oscura por la que has pasado. ¿En qué momento personal dirías que te encuentras ahora mismo?
– Mejor. La música es un factor imprescindible en mi vida, independientemente de si estoy más arriba o más abajo. Y en este momento estoy bien. Estoy componiendo más canciones y pensando ya en sacar el año que viene un disco. Aunque a lo mejor las canciones salen de otra manera, porque dependerá del estado emocional que tenga. Y luego con el nuevo proyecto que tengo estoy muy contento. He vuelto a ensayar, a tocar con mis amigos. Y eso me ayuda mucho también en mi día a día.
– ¿Podríamos decir por tanto que esa batalla entre el corazón y la mente, la ha ganado el corazón?
– A ratos. Yo creo que siempre está el eterno conflicto. Hay épocas que sí y otras épocas que no. Los pensamientos siempre van a estar ahí, porque tu forma de ser es la que es y tienes que asumirlo. Y en función de eso tratar de estar lo mejor posible. Pero no podemos huir de lo que somos. Yo por ejemplo, soy una persona que está todo el rato dándole vueltas a todo. No puedo evitarlo. Y si tengo conflictos internos, esos conflictos tengo que hacerlos míos y superarlos. La batalla siempre está.
– Me ha llamado la atención que tanto las portadas de las canciones como las fotos promocionales sean en blanco y negro. ¿Es una manera de potenciar el mensaje de oscuridad e introspección de esta nueva etapa?
– Las fotos las he hecho yo y las ha editado Marc, un amigo mío de toda la vida. Están tomadas en mi pueblo, Tirvia, un pueblo allá en la montaña que es mi refugio personal y donde mejor estoy. Esas fotos las tenía desde hacía tiempo y un día dije: esto me gusta. Se las mandé a Marc para que trabajara sobre ello y fue él quien se encargó de todo el arte, de la tipografía de las letras y quien las puso en blanco y negro.
– La paz y la calma que se respira ahí, que están muy alejadas del estrés que se vive aquí en la ciudad, ha sido necesaria para salir del bucle?
– Yo cuando voy allí me reciclo por dentro. Te das cuenta de que existe otro mundo. Aquí estamos siempre con estrés y preocupaciones y en cambio en Tirvia, el tiempo pasa muy despacio. La presión y los problemas se diluyen y al estar rodeado de montañas te das cuenta que lo que ves es tu realidad, no existe nada más. Lo que pasa que luego vuelves aquí y a los dos días estás igual.
– Aún nos queda por escuchar la otra mitad de este trabajo. ¿Las canciones que faltan van a seguir esta misma línea introspectiva o vamos a encontrar la luz al final del túnel?
– No, este EP va a ser todo en esta línea. La última canción cierra el ciclo, digamos que es la batalla interior de la que hablábamos antes. Es una mezcla entre «La retirada» y «Alguna que otra canción».
– Ya para ir terminando, vamos a mirar un poco hacia el futuro, ¿qué objetivos te has puesto por delante con el lanzamiento de este EP, te has puesto alguna meta?
– No, la parte positiva de que el proyecto dependa solo de ti es que puedes hacer realmente lo que quieras. Yo ahora mismo estoy con la inercia, así que tengo pensado presentar el EP y seguir grabando, componer, hacer más canciones. Y ya para el año que viene, hacer un disco con todos los temas.
– ¿Algo que te haya faltado por decir y quieras añadir, algún enlace donde te pueda seguir la gente?
– Me pueden seguir en Spotify y también en Instagram y demás redes sociales.