«Believer», el testimonio de la evolución artística de Bruklin
Hay veces que la edad no está reñida con el talento. Uno de esos ejemplos lo tenemos en Bruklin, una artista estadounidense que está abriéndose hueco a pasos agigantados en la industria musical. A sus 16 años, la joven muestra una madurez impropia para alguien de su edad. Y no lo decimos únicamente por la seguridad en sí misma que transmite al cantar, también por su gran visión artística, su creatividad y una capacidad innata para conectar con el público a través de sus canciones.
Su pasión por el entretenimiento era evidente ya desde muy pequeña. Cuando contaba con apenas 12 años, Bruklin centró todas las miradas con una destacada interpretación de «Believer» de Imagine Dragons. Han pasado solo cuatro años y no solo ha reafirmado su talento, sino que su carrera se ha disparado a una velocidad de vértigo. Mucha culpa la tiene su personalidad arrolladora, que ya ha llamado las puertas incluso de la gran pantalla, debutando como actriz junto a William Baldwin.
Su último sencillo «No Contact» es el testimonio de su evolución como artista. La letra deja patente otra de las virtudes de Bruklin, su osadía. Y es qué la norteamericana no tiene miedo a abordar temas profundos en sus canciones. En ese caso, a través de un himno de empoderamiento y fortaleza que va dirigido a todos aquellos que acaban de atravesar una ruptura sentimental. Bruklin nos invita a cortar lazos y a priorizar el bienestar propio por encima de las relaciones tóxicas que nos hacen daño.
«No Contact” es un ejercicio de resiliencia emocional y la mejor carta de presentación para una artista que tiene un largo futuro por delante. Bruklin nos abre su mundo interior y nos recuerda que las canciones están hechas para conectar a las personas. «Siempre he creído que la música tiene el poder de acercar a la gente. Mi objetivo es crear canciones que resuenen en los corazones de las personas. Contar historias que las palabras por sí solas no pueden», explica la propia artista.