Cepeda se hace fuerte en la sala Nazca de Madrid

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Cepeda se hace fuerte en la sala Nazca de Madrid

Quien no ha afrontado la adversidad no conoce su propia fuerza. Cepeda hizo suya esta frase el pasado sábado en la sala Nazca de Madrid. Era su gran día. El tour “Contradicción” llegaba a la capital en un concierto que el gallego había preparado a conciencia para reencontrarse con sus seguidores por todo lo alto. Pero el destino tenía otros planes y una bronquitis derivada en inflamación aguda de la tráquea impidió a Cepeda dar el concierto al cien por cien. Al menos vocalmente hablando.

La noche eso sí, nos sirvió para ver el lado más sensible de Cepeda. Luis llegó pidiendo perdón por no poder dar todo de sí tras los problemas de salud que afectaban directamente a su garganta. No quería fallar a un público que había venido desde diferentes partes del mundo a verle. Y no paró de llorar en toda la noche, al ver como sus seguidores no solo empatizaban con la situación sino que no paraban de corear las canciones al unísono para apoyarle en un momento tan complicado para él.

“Se nos rompió el amor” abrió una noche que acabó siendo inolvidable. El artista gallego repasó todas las canciones de su último disco junto a muchos de sus grandes éxitos. Y los primeros momentos especiales no tardaron en llegar. Fueron en “Gentleman” y “67280”, dos canciones que emocionaron a un Cepeda que no se escondía ante la adversidad y que acabó viviendo uno de los conciertos más felices de su vida. Y es que, a pesar de no estar vocalmente bien transmitía como nunca.

Poco a poco fueron sucediéndose las canciones. “Mi maqueta”, “Si Tú Existieras”, “Mi Estrella” y la más coreada, “Cibeles”, un tema que sus seguidores siempre han querido convertir en single. Todo con un sonido cuidado al milímetro que dejaba claro que de haber tenido la voz en plenitud de condiciones Cepeda habría dado un golpe de autoridad con un directo redondo y sin fisuras. Y tras “Pastillas Rosas”, “Terciopelo” y “Cuéntale”  vino la parte más íntima: a teclado, guitarra y voz.

Luís interpretó así, en acústico, tres canciones: “Nené”, “Lagartijas” y “Vuela”. Para entonces ya tenía al público completamente entregado y esta serie de canciones más introspectivas hizo que cayeran rendidos aún más a sus pies. Pero no solo sus seguidores le apoyaron en un día tan complicado. También sus amigos, como Sazza, quien se subió al escenario de forma improvisada para apoyarle en “No te vayas del todo”, sin duda otro de los grandes momentos de la noche.

No acabaron ahí las sorpresas. Cepeda se bajó del escenario para interpretar en mitad de la sala “Esquini Love” junto a la bailarina Alba Dusmet. Llegábamos a la parte final del concierto y “Tus Lunares”, “Bon Voyage” y “Con los pies en el suelo” ponían el cierre a una noche fría y cálida a la vez. Para Cepeda pero también para su público, que arropó en todo momento a un Luis que había vivido su concierto más difícil en siete años. Pero también en el que más agradecido se ha sentido.

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