Macarena Navarro, “Quiero volver a la música de antes”

0
35

Macarena Navarro, “Quiero volver a la música de antes”

Macarena Navarro viene dispuesta a incendiar el panorama musical con “Quema”, su último lanzamiento. Con él da una vuelta de tuerca a su sonido, mezclando sus raíces flamencas con pinceladas urbanas, en una propuesta muy innovadora. Su objetivo no solo es respetar la tradición, sino llevarla a lugares que conecten con gente de diferentes generaciones. En esta entrevista conocemos más acerca de su trayectoria y de todos los secretos que se esconden tras esta canción.

Escucha la entrevista completa:

– Antes de comenzar, para toda esa gente que no te conoce y que te va a descubrir hoy a partir de esta entrevista. ¿Cómo te presentarías a nuestros oyentes?

– Soy una artista independiente, con una esencia muy popera, pero que quiere fusionar el flamenco y el urbano que estamos acostumbrados a escuchar últimamente.

– En tus redes sociales has definido la música como una extremidad de tu alma. ¿Qué tiene de especial para que te atrape tanto?

– Es una manera de expresarme. La forma de ser yo y de poder contar historias para que la gente se sienta reflejada.

– Malú dijo en una entrevista que el escenario es su mejor terapeuta. ¿Es para ti también una zona de confort o te da vértigo exponerte tan abiertamente al público?

– No, encima del escenario soy cien por cien yo. Es el único sitio donde me siento segura. Cada canción me transporta a una situación que he vivido yo o que ha vivido algún amigo o amiga mía. Siento que puedo ayudar a otra gente con esas canciones y sobre todo, que puedo expresar lo que realmente soy.

– A lo mejor alguien te está descubriendo hoy, pero llevas subida en los escenarios desde que eras una niña. ¿Dirías que estás ahora mismo en tu mejor momento como artista?

– La verdad es que sí. Siempre pensaba que el trampolín para mi carrera musical iba a ser algún concurso. Somos muchísimos artistas y el panorama musical está muy saturado, pero mudarme a Madrid fue la mejor decisión que he tomado. Fue muy difícil pero siento que ahora es mi momento.

– Mucha culpa de ello la tiene la canción de la que hemos hablado al principio, “Quema”, ¿ha marcado un punto de inflexión este lanzamiento en tu manera de percibir la música?

– Sí. Fue una canción que empecé a componer con muchísimo miedo porque no sabía si realmente iba a gustar ese género musical. Es flamenco, pero vuelve al pop de los 2000. Cuando la escribí pensé “¿Va a salir bien?…” El apoyo de mis productores fue fundamental, ya que han confiado en “Quema” desde el minuto uno, casi más que yo. Y yo creo que sí ha sido ese punto de inflexión de, venga Maca, es tu momento, tira para adelante, aunque seas una artista independiente.

– “Quema” fusiona sonidos urbanos con tus raíces flamencas, ¿Qué te aporta a nivel personal el flamenco que no te aporte la música urbana y viceversa?

– Difícil pregunta. El flamenco siento que lo llevo en la sangre, es algo de mí y cuando escucho una guitarra se me eriza la piel. El urbano en cambio es algo desconocido, pero los ritmos que tiene penetran dentro de mí y me ayudan mucho a componer. Aparte también el vocabulario que utilizan los latinos me atrae mucho.

– Dices que las pinceladas urbanas de esta canción dan la libertad de experimentar sin límites. ¿Es esa libertad creativa el bien más preciado que tienes ahora mismo?

– Te diría que sí, pero también siento que es un arma de doble filo. Si no lo utilizas bien te puede jugar malas pasadas. Piensa que cuando compones una canción estás soltando todo lo que tienes dentro, pero realmente lo que quieres es que al público le atrape. Depende de las palabras que utilices o cómo las uses puede generar controversia.

– Si mañana te ofrecieran un contrato discográfico pero a cambio tuvieras que renunciar a esa libertad que tienes ahora, ¿aceptarías?

– Estando como están las cosas no aceptaría. Yo soy la dueña de mi proyecto. Es cierto que a nivel económico es un sacrificio brutal y todos los artistas que me están escuchando me van a entender, ya que si no tenemos recursos económicos no componemos y tampoco podemos sacar música. Eso hace que nos quedemos un poco atrás con respecto a los artistas que están en sellos musicales. Pero aunque pueda parecer muy fácil un contrato discográfico, ser uno mismo es lo importante.

– En la literatura el fuego representa el calor, el amor y el deseo. ¿Es la letra de esta canción también una invitación a vivir el momento y a dejarnos llevar por los sentimientos?

– Te diría que sí. Yo soy aries y muy cabezona. Cuando empezamos a componer “Quema”, Tatiana Delalvz, que fue la escritora, lo tenía muy claro. El estribillo salió solo. Al final ir al estudio es como ir a terapia y te diría que la canción salió tan rápido por el momento que estaba pasando. Era algo que necesitaba soltar.

– ¿Eres igual de pasional en todo lo que haces en tu día a día?

– Pasional y perfeccionista. No sé si es bueno o malo, yo lo tomo como una virtud, pero hay gente que dice que no se puede ser tan perfeccionista.

– Si tú tuvieras que destacar algo de ti como artista. ¿Qué dirías que tiene Macarena Navarro diferente de cualquier otra propuesta similar que podamos escuchar en el mercado?

– Quiero volver a la música de antes. La industria musical va demasiado deprisa y lo importante es crear canciones que se queden en el alma de la gente. Mi proyecto se basa en hacer canciones que no te olvides de ellas mañana, sino que pasen unos años y que aunque no sean muy conocidas a nivel mundial, a nivel nacional por lo menos digan, esta canción es de Macarena, la escuché en tal año y todavía me sigo acordando.

– ¿Y si te doy a elegir entre estas tres palabras, cuál dirías que es la que mejor define todo lo que has puesto en esta canción: pasión, fuerza o corazón?

– Me lo estás poniendo muy difícil. Pero me tiro a la piscina, corazón.

– “Quema” la presentaste en la pasada edición del Benidorm Fest. ¿Qué hubiera supuesto para ti haber sido elegida entre los 16 finalistas?

– Un salto brutal. En mi carrera, evidentemente, eso es algo obvio. Es una plataforma que está ayudando a muchísimos artistas a posicionarse en el panorama nacional. Hubiera sido ese pequeño premio para poder seguir motivando que el equipo y que mi producto, que soy yo al final, siga para adelante. Una inyección, tanto económica como personal.

– ¿Qué crees que le ha podido faltar para ser seleccionada?. ¿Has hecho autocrítica?

– Mucha. El día de la primera semifinal mi equipo decía que no sabía qué podía haber faltado. Yo pienso que el problema es que no habían visto la puesta en escena real. Y es que, cuando se presenta “Quema”, el videoclip todavía no estaba. Faltó esa imaginación de cómo podríamos presentar esa canción en Benidorm. Aparte yo soy una artista con muy poquito recorrido. No te conocen y entiendo que puede ser un poco complicado confiar en eso. Pero la canción tendría que haber estado, fue más la falta de confianza en la puesta en escena, que hubiera sido brutal, también te digo.

– El Benidorm Fest es un arma de doble filo, ya que como herramienta de promoción es inmejorable pero a cambio tienes que lidiar con los famosos haters. ¿Estarías preparada para afrontar determinadas críticas?

– Sí. A lo largo de la vida, por una cosa o por otra, todos hemos recibido el famoso hate. Y llega un momento en el que tienes que ser consciente de que hay gente a la que le vas a gustar y otra a la que no. Yo sé que hay gente a la que le gusta el urbano, el flamenco o el pop, pero la fusión no. Tengo que convivir con eso. Es algo que he estado trabajando muchos años para poder aguantarlo ahora.

– Últimamente en nuestras entrevistas hablamos mucho de la salud mental, ¿para conectar con el público es necesario sentirse bien con uno mismo primero?

– Sí y no. Antes de empezar esta entrevista os estaba comentando que había visto un documental de una artista muy conocida. Es muy importante la salud mental, pero también es importante saber detectar cuando no estás bien. Si tú sales al escenario estando mal y al cantar sueltas toda esa frustración y te libera, genial. Si no, tienes que tener un trabajo detrás. Obviamente siempre tienes que ir acompañado de alguien para que te guíe y te diga, oye, que esto no es tan así.

– Barei nos dijo cuando vino que la autoexigencia es el peor enemigo posible para un cantante. ¿Cuál sería para ti el mayor desafío al que te enfrentas cada vez que te subes encima de un escenario?

– El que dirán, como dice la canción de “El Bar”. Para mí lo importante es sentirme segura cuando salgo al escenario. Si no me siento segura, ahí es cuando está el problema.

– ¿Y dirías que hay toxicidad en el mundo de la música por esa necesidad de aprobación constante y la dependencia de las cifras a las que estáis sometidos los cantantes?

– Para un artista independiente no es tanta presión como para, a lo mejor, un artista de una discográfica. Conozco a varios que se han llegado a frustrar porque no tenían, a lo mejor, promoción de un concierto y otro artista de su misma discográfica sí que la tenía. Ahí te das cuenta que los números para ellos sí que cuentan mucho. Para nosotros cuentan porque al final las regalías, si tú escuchas mi canción, a mí me estás ayudando a que yo siga con mi proyecto. Pero a un artista de discográfica puede hacer que ya no cuenten más con él. A diferentes niveles los números son importantes.

– El otro día, con motivo de San Valentín, hicimos balance de la gran cantidad de canciones que hablan de amor y desamor. ¿Por qué cuesta tanto abrirse a otro tipo de sentimientos?

– Porque todos vivimos del amor. Sentimos que estamos bien, que estamos mal… No hay otro sentimiento del primer mundo que nos preocupe más. La salud mental, que gracias a Dios se está poniendo muy en la palestra y el panorama económico son los otros problemas del primer mundo. Pero el amor al final es lo que nos ayuda a ser felices.

– Dices que sentir que con tu música puedes cambiar un estado de ánimo es lo que te hace sentir plena. ¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza cuando te pones delante de una hoja en blanco a componer?

– Pues precisamente el amor. Yo soy súper pasional. Y aparte somatizo muchísimo todo lo que le pasa a mis amigos y a familiares. Al final acabo somatizando tanto que digo, esto necesito soltarlo. Escribir es lo que ayuda.

– ¿Es tu música un diario personal en el que vas dejando plasmados todos tus sentimientos?

– Casi todos. Las historias no son todas mías. Son también de mis amigos, mis familiares, gente que escucho o incluso de películas.

– Dentro de ese diario, ¿Qué es lo más difícil que te costaría dejar plasmado en forma de canción?

– Algo que haya sido muy traumático para mí. O algo que haya sido traumático para alguien que para mí es importante. Sería muy complicado.

– Al presentar “Quema” dijiste que lo más bonito de hacer canciones es el proceso. ¿Más incluso que escuchar la canción terminada y ver materializado el esfuerzo? 

– Meterte en el estudio sin saber lo que va a pasar y salir de él diciendo, ya está, es muy satisfactorio. El vértigo viene cuando esa canción sube a plataformas. Inconscientemente estás diciendo ¿Qué va a pasar? ¿Qué no va a pasar? Entonces sí. Yo prefiero quedarme con la versión del estudio.

– En tu proyecto musical tiene mucho peso el baile. ¿Qué porcentaje de importancia en el total de la canción le das a la letra y que porcentaje le das a otros factores como la música o el baile?

– Te diría que 50-50. Voy a seguir por esta línea de “Quema”, que es eso, pop, urbano, flamenquito. Pero mi intención ahora es mostrar una marca mucho más íntima y por eso lo siguiente canción va a ser una balada. Ahí el baile estará, pero lo que cobrará importancia va a ser la historia y la voz.

– Volviendo otra vez al Benidorm Fest, ¿Cómo hubiera sido la puesta en escena de Macarena Navarro si hubiera sido elegida esta canción, habría temblado Melody?

– Hubiera sido un honor compartir escenario con ella porque la considero una artista de los pies a la cabeza, que se lo ha currado desde que era una enana. Y hubiera sido una puesta en escena muy calentita, teniendo en cuenta que los bailarines eran y van a ser los mismos que salen en el videoclip. La puesta en escena habría sido muy top, con mucho fuego, antorchas… Habría habido ahí jarana.

– Ayer fue el día de Andalucía y “Quema” es una canción que conecta directamente con tus orígenes. ¿Qué influencia ha tenido el sur en tu música y en lo que eres hoy como artista?

– Siempre he escuchado flamenco en mi casa. Pero vivir con gente que para ellos es normal ir a un sitio y escuchar música en directo, eso no lo había vivido nunca. Para mí fue una revelación. Yo lo viví en Cádiz, que para mí es uno de los sitios de España más bonitos que existen. Ahí fue cuando dije yo tengo que tirar por aquí.

– Estar lejos de tu familia, ¿es el precio más caro que has tenido que pagar por cumplir tus sueños?

– Te diría que sí. Gracias a Dios hoy en día tenemos las videollamadas que nos acercan un poquito más, pero te pierdes muchas cosas por luchar por tus sueños. También es cierto que ellos están felices porque yo esté feliz, entonces es un sabor ahí agridulce.

– Las guitarras de esta canción las ha grabado tu padre. ¿Qué significa para ti tener un pedacito de él dentro de tu proyecto musical? 

– No sabría cómo expresártelo con palabras. El día que entró en el estudio y se puso a grabar la guitarra yo estaba flipando. De pequeña, ya había ido al estudio con mi padre pero yo no tenía ese recuerdo. Y decir, va a formar parte ahora de mi proyecto, fue brutal. Era algo que no esperaba, la verdad. Para mí era muy importante que esta canción tuviera toda mi esencia y para eso era necesario que él estuviera ahí.

– La gente que no se dedica a la música tiene la percepción de que es un mundo y una industria muy complicada. ¿Es tan duro el camino como lo pintan?

– Más de lo que lo pintan. No es lo mismo que te coja una discográfica que tú financiarte tu propio proyecto. Somos muchísimos artistas y para hacerte un huequecito, es necesario tener un equipo detrás que te pueda ayudar a promocionarte, a llevarte a sitios. Si no lo tienes hacerlo tú mismo, es complicado.

– ¿En algún momento te han dado ganas de tirar la toalla?

– Muchas. De hecho tiré la toalla y volví por mi padre. Todos tenemos esta crisis artística, por lo que voy viendo. Yo dejé de cantar y un día mi padre, no se olvidará en la vida, me dijo “Tienes que trabajar, evidentemente, porque si no, no comes hoy en día, pero es que tú eres música. Tienes que tirar por ahí, porque es lo que a ti te hace feliz”. Y bendito momento en el que le hice caso.

– Si haces un balance de todo lo que has vivido hasta ahora, tanto negativo como positivo, ¿compensa “Quema” todo el esfuerzo y sacrificio que has tenido que hacer?

– Por el momento sí. Espero que todo lo que estoy haciendo ahora también compense en un futuro. Es una carrera de fondo, lo sé, pero ojalá que sí.

– Ya para ir terminando vamos a mirar hacia el futuro. “Quema” pone la primera piedra de lo que va a ser tu primer álbum, que verá la luz este año, ¿Qué sorpresas nos vamos a encontrar en este trabajo?

– Mucha verdad. Un punto de vista diferente de las historias que vivimos habitualmente, de lo común. Y sobre todo, un bailecito calentito.

– ¿habrá espacio también para canciones más profundas?

– Sí, hay una. Me está costando acabarla la vida.

– Y siendo una persona tan ambiciosa y exigente en todo lo que hace. ¿Qué objetivos te has puesto por delante con este trabajo, te has fijado alguna meta?

– Poder dedicarme 100% a la música. Yo creo que es lo que todos los artistas queremos. Mi objetivo es poder levantarme, irme a otra ciudad, volver, meterme en el estudio, conocer a mucha gente en la industria y aprender. Siento que lo más importante en esta industria es eso, aprender de los que llevan mucho tiempo y de los que saben. Y ser humilde, que eso a veces hay carencias por ahí.

– Muchas gracias Macarena por compartir este ratito con nosotros. ¿Algo que quieras añadir y que te haya faltado por decir?

-.Daros las gracias públicamente por confiar en mí y en mi proyecto. Ojalá todo esto se vaya materializando poquito a poco.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.