Lara Morello, “La autoexigencia es un boicot constante”

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Lara Morello, “La autoexigencia es un boicot constante”

Lara Morello es una artista que se define a sí misma como idealista onírica, soñadora con lastres y defensora del sacrificio. Su nuevo single, “Invades”, marca el inicio de una nueva etapa en su carrera. Con él, se desprende de la etiqueta de canción de autor para dar paso a un sonido más enérgico y electrónico. En esta entrevista nos cuenta todos los detalles que rodean a este lanzamiento, al tiempo que nos adelanta alguno de sus próximos proyectos para este año.

Escucha la entrevista completa:

– Para esa gente que no te conoce y que te va a descubrir hoy a partir de esta entrevista, ¿Cómo te presentarías a nuestros oyentes?

– Soy una adicta a la música. Me gusta componer, es una terapia que uso a modo de desahogo. Y soy cercana, intento mantener la ilusión, meter humor en las canciones y sobre todo, hacer lo que quiero en cada momento.

– Hace algunos años dijiste en otra entrevista que a medida que creces vas perdiendo la ilusión. ¿En qué momento personal y profesional te encuentras ahora mismo?

– Evidentemente creces y te haces mayor. Va en la edad, al principio cuando tienes quince o veinte años abres mucho campo. Yo siempre he sido muy realista, pero es cierto que las oportunidades bajan, la vida te lleva por otros derroteros y llega un punto en el que a lo mejor la música no es tu prioridad. Entonces deja de ser un sueño y terminas, por desgracia, dándole la razón a los que no sueñan.

– ¿En qué dirías que más ha ido cambiando Lara Morello con el paso del tiempo?

– Soy más madura y aunque haga menos cosas me las tomo con mucha determinación. En eso sí que lo disfruto más. Porque hubo una etapa en la que no paraba de hacer conciertos, micros abiertos… y ahí pierdes el hilo y aparece la rutina. Evidentemente hay un cambio vocal, que seguramente se note más a nivel de técnica. Pero no he cambiado, sigo siendo la misma risueña, la misma que hace las bromas, aunque he dejado de creer que por estar dentro de un círculo te va a llevar al éxito.

Tu vuelta al panorama musical lleva por título Invaders. ¿Es esta canción tu proyecto más ambicioso hasta la fecha?

– Sí, totalmente. Ha sido una búsqueda del single como tal, de decir este es el elegido. Y es verdad que aunque a nivel de promoción me he rebajado un poco, el previo al lanzamiento ha sido muy ambicioso. Sigo confiando en que es un tema que funciona, es un buen punto y aparte de lo que era frente a un sonido más identificativo.

– ¿Has encontrado tu verdadera esencia o aún te quedan caminos musicales por explorar?

– Me queda todavía. Sería muy torpe diciendo que con esto me conformo. Todavía saldrán nuevos estilos musicales y artistas que me inspiren. Es verdad que Invades tiene el listón muy alto pero nunca sabes cuándo te va a venir otro tema así. Siempre hay que buscar una mejor versión y una mejor canción.

– La letra profundiza en temas como la pasión o el riesgo por apostar en lo que uno cree. ¿Eres de las que se deja guiar por el corazón en todo lo que hace?

– Sí, aunque es verdad que la mente me juega malas pasadas. No lo voy a negar, porque soy muy racional, me dejo llevar mucho por la lógica y a veces el corazón va en un segundo plano. Si me dejara llevar más por el corazón sería la típica que se va con una caravana a vivir la vida. Pero la realidad es otra, porque no puede ser tu medio de vida.

– ¿Alguna vez has sentido un palpito y te has arrepentido luego por no haber hecho caso a la intuición?

– ¿Sabes qué pasa? Que he dicho muchas veces que sí por creer que si iba a todos los lados me iba a llegar la suerte… Y no ha sido así. Ahora estoy más relajada en ese sentido. La oportunidad cuando tenga que llegar, llegará. Hay que dejarse llevar y no arrepentirse de lo que has hecho o lo que no. Lo importante es seguir haciendo lo que a ti te apasiona, centrarte en el momento y ser consciente de todo lo que vives in situ.

– El estribillo de la canción dice “invades cada herida dándole salida al dolor”. ¿Podría servir también para describir el efecto terapéutico que tienen en ti las canciones?

– También hay otra que tengo que dice: “tal vez soñar sea la anestesia idónea”. Es un poco esa metáfora para tu vía de escape. Se puede extrapolar no sólo al concepto amoroso del tema. Yo a diario tengo que escuchar música porque si no, no soy persona. Hay que soñar, hay que evadirse y hay que tener siempre ilusión por algo.

– Lady Gaga dijo hace poco que las canciones son las fracturas de lo que somos. ¿Te sientes tú igual de vulnerable cuando te pones delante de una hoja en blanco?

– Creo que no se piensa. Las canciones nacen de tu lado más oscuro y hay mucha crudeza en algunas letras. Toda la gente que escribe, ya sea poemas, canciones o libros, sacan su lado más vulnerable. Si lo piensas fríamente nunca cantarías eso en directo. Lo que hay que pensar es que a lo mejor ese tema puede ayudar a otra persona, que se puede sentir identificado con el mensaje o que igual le sirve de consuelo.

– ¿Cuál dirías que es hasta la fecha la canción que más te ha costado escribir?

– Seguramente alguna de las que he dedicado a mi padre. Son las que piensas que nunca vas a escribir. Esas, al cantarlas en directo, me tocan la fibra. Me tengo que salir mucho del tema o pensar en otra cosa para que no me lleve al llanto.

– Hay gente que no es consciente del sacrificio que supone sacar una canción, tanto económico como de trabajo. ¿Te da rabia que te pregunten cuándo vas a sacar algo nuevo, como si las canciones salieran de una máquina expendedora?

– Sí. Y vosotros por lo menos dais la oportunidad de presentar el single. Cuando saqué el EP se me abrieron muchas puertas. Y ahora no. Y duele, porque a mí, por ejemplo, me desterraron de Altafonte porque no sacaba mínimo una canción al año. Ahí sí que te frustras porque es inviable, no somos máquinas. Incluso Nena Daconte dijo cuánto supone el coste de un disco, lo dijo en un vídeo. Le salía por 50.000 € y tirando por lo bajo. Eso te hiere y te hace sentir mucho más pequeñita.

–  ¿Cuál sería para ti el mayor desafío al que te enfrentas en tu día a día como artista?

– Uno, la falta de tiempo para llegar a todo. Luego la autoexigencia. Es un boicot constante que creo que no todo el mundo tiene, por eso te lo tienes que tomar con más paciencia y entre comillas, un poco menos en serio. Pero lo que llevo peor es la falta de objetivos. Por eso no cojo la guitarra, ni escribo, ni salgo tanto a tocar, por esa falta de método. Era muy constante y me ha pasado el tren de la vida por delante.

– ¿Alguna vez has sentido de cerca el miedo escénico, ya sea por miedo o por inseguridad?

– Sí, después de la pandemia. Fue como el comeback tras 15 años, después de la pérdida de mi padre, de no haber estado constantemente de gira o rodando en algún concierto. Fíjate que yo soy una persona que me gusta mucho hablar en público, coger el micro, hacer bromas… pero no sé si es por la edad, por la falta de rutina en ese sentido o de constancia, que sí llegué a dudar de mí.

Últimamente en nuestras entrevistas hablamos mucho de salud mental. ¿Están tan mal emocionalmente los artistas o es que la fragilidad vende mucho?

– La fragilidad vende mucho. Hemos pasado de aceptación a un marketing muy peligroso. Todos tenemos nuestras taras y cuanto más mayores somos más manías tenemos. Es lógico. Pero desde la pandemia, el 70% de las canciones van sobre salud mental. Creo que los que están más arriba tienen el poder de concienciación y de tratar el tema como algo normal. Pero también tienen la responsabilidad de que no se vuelva algo tan manido como el Día de la Mujer, que se ha convertido en una herramienta de marketing.

Si yo en vez de sacar Invades escribiera un tema acerca de la depresión o del duelo de la pérdida de una persona y fuera tan frívola de decir esto me va a dar dinero, me parecería un mensaje muy contraproducente. Hay muchos temas sociales que tratar y lo estamos centrando todo en el mental porque es lo que se lleva. Si estás mal, tienes que ir a terapia, eso es lo que se tiene que mentalizar la gente.

– Tú siempre has dicho que eres demasiado adelantada para tu edad y que te habría gustado haber nacido en los años 80. ¿Qué habría cambiado en tu música si eso hubiera sido tu generación?

– Esto va mucho en todas las generaciones. Creo que es conectar con otra etapa que no has vivido. En ese sentido cuando eres adolescente y buscas tu identidad, como que mola. También es verdad que yo he nacido todos los días escuchando la radio, despertándome con música. Por regla de generación, mis padres han vivido los años 80. Entonces, yo he nacido con Luz Casal, Los Secretos, Alaska, Manolo Tena… Ahora reconozco que escucho mucha más variedad y no me cierro a nada.

– La movida en nuestro país fue una época de rebeldía y liberación. ¿Echas de menos ese carácter transgresor en el pop actual?.

– La época de los 80 fue peligrosa. No la recomendaría. Hay mucha más creatividad en la generación de ahora. Y nunca me conformaría con lo que hemos vivido, lo mejoraría y lo traería a un lado más actual, para que esta generación que es tan innovadora, nos empape de un concepto más contemporáneo.

– ¿Antes de publicar “Invades”, te daba vértigo que la gente no reaccionara luego a ella como tu esperabas?

– Por supuesto. Y la hostia me la he dado, no se lo niego a nadie. Creo que ha sido contraproducente estar mucho tiempo en silencio y tampoco estoy tan presente en redes sociales. Evidentemente no ha ido como esperaba. Yo soy de las que pienso que el día que se lanza el tema, ese día muere. Pero gracias a vosotros he confiado en que puede tener un recorrido de un año. Evidentemente da vértigo porque el ego del artista no deja de estar. Tú haces una inversión, una apuesta y si esa apuesta no llega a las expectativas que tenías, pues quema un poquito, pero la confianza sigue estando.

– Musicalmente siempre has destacado por mantenerse fiel a tus principios, haciendo lo que te gusta sin atender a modas. ¿Es la autenticidad tu bien más preciado?

– Sí, me dejo llevar por influencias pero no me vendería a un contrato que esté dudoso, ni a una colaboración que sé que no me lleva a nada. Sigo siendo una chica de barrio, teniendo una vida normal y sobre todo, me gusta tener una identidad. Espero seguir fiel a mis principios y que ninguna tontería me vuele la cabeza. Por suerte tengo a medios, amigos, familiares… que no me van a dejar de ser así de torpe.

– ¿Si tuvieras que elegir una de estas palabras, cuál dirías que es la que mejor representa todo lo que has puesto en este Invades: sacrificio, corazón, honestidad o energía?

– Energía y corazón. Antes te he dicho que soy muy racional, pero he puesto mucho corazón en la grabación, en buscar el sonido y en la creación a nivel audiovisual.

– Han pasado siete años desde que publicaste tu EP de Saltemos. ¿Seguir apostando por la música después de tanto tiempo es una inconsciencia o un acto de valentía?

– Un acto de valentía. Y te voy a decir por qué, porque tal y como ahora se mueve todo, que las canciones duran 30 segundos… es ahí cuando veo que no me dejo llevar y que sigo haciendo lo que siempre me ha hecho sentir llena. Ya he vivido durante este último año dejar de hacer música y me he sentido tan vacía que sé que no lo voy a poder dejar de hacer. A lo mejor solamente tengo que componer en casa, hacer una colaboración o tocar en algún concierto. Incluso en la calle. A lo mejor otro dice ¿y para qué?, cuando dices eso sí que te has vendido a la realidad de la vida.

– En la letra de Saltemos dices: luchar perdiendo también es ganar, ¿Cuántas veces te has tenido que levantar después de una caída?

– Muchas, estoy acostumbrada a perder. Creo que la vida es eso y muchas veces caer te permite saborear una victoria que a lo mejor ni siquiera ha llegado. Luchar perdiendo es mi máxima. Eso y todo esfuerzo tiene su sacrificio, me he criado en esas dos frases.

– Tu primera canción la compusiste a los 11 años, ¿Qué consejo le darías a Salara si la tuvieras ahora mismo delante después de haber vivido ya todo este camino?

– Le he dedicado tanto cariño, que es lo que me ha permitido hacer las canciones que hago a día de hoy. He tenido paciencia, dedicación… Añoro de esos años, porque es donde se han cultivado las letras que hago, así que más que un consejo, le daría las gracias.

– Antes has dicho que vivir sin música es como vivir sin alma. ¿Qué tiene el escenario que atrapa tanto a los artistas y os permite decir en canciones cosas que cuesta más expresar con palabras?

– La adrenalina. Te extrapola y vives una parte de ti que a lo mejor en el día a día no te atreves a mostrar. Ahí la sacas y no te da vergüenza, te dejas llevar. Es como un chute de energía. Por eso luego cuesta tanto dormir o bajarse de esas frecuencias que consigues tan al alza, pero tampoco puedes vivir en esa energía constante.

– Aunque Invades haya salido ahora, estaba compuesta ya en la época de Saltemos, ¿por qué has querido darle una segunda vida en lugar de lanzar algo nuevo que represente más fuerza factual?

– Porque funcionaba muy bien en directo. Además, la he ido cantando durante todos estos años y sigo conectando mucho con el tema. Ahí es donde ves que un tema no es efímero. Y si desde 2018 le sigo teniendo cariño, ¿por qué no darle una vida más larga con una producción al nivel y de calidad?

– Saltemos lo abría una canción que llevaba por título oscuridad y ahora Invades apuesta por una estética más luminosa, ¿es para marcar más distancia entre una etapa y otra?

– Sí, totalmente. La gente necesita disfrutar, evadirse, valorar las pequeñas cosas y los pequeños momentos. Oscuridad va a estar siempre en el repertorio, me encanta y la voy a disfrutar mucho, pero Invades es una buena carta de presentación, porque yo no soy negativa a pesar de que me veas algún día abatida. Ahora me encuentro en un plano que quiero mostrar mucha luz, mucho rock. No es tanto tomar distancia, simplemente es otra etapa con una cara mucho más amable.

– ¿Cuál es tu mayor sueño a conseguir en el mundo de la música?

– Se me han ido quitando muchos sueños, no sé si por la edad o por todas las veces que lo he intentado. La dinámica ahora más que soñar es que vengan, porque si sueñas muy alto te frustras, pero si sueñas muy bajo es contraproducente. Por gustarme, una gira por las mejores salas de toda España, ser telonera de Leiva, de Amaral o ir de corista de Viva Suecia, ahora que están llevando muchas mujeres a los coros. Pero lo que tenga que ser que fluya, porque muchos sueños que no había imaginado ya los he conseguido.

– Ya para terminar vamos a mirar hacia el futuro, después del lanzamiento de Invades, ¿Qué otros proyectos tienes en mente a corto plazo para este año?

– Habrá una presentación cuando ya haya pasado el verano, que sabemos que es un periodo estacional que si haces festivales funciona muy bien, pero para tema conciertos no encaja con los planes de la gente. Y por qué no, durante este tiempo pensar en otros temas que tenga a lo mejor de antes, darles un lavado de cara y que salgan. En definitiva seguir estando presente, siempre y cuando me lo pueda permitir.

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