“Mirlo Blanco”, el viaje emocional de Vega
Las aves cantan para expresar infinidad de situaciones, para comunicar sentimientos, para alertar peligros… Su canto, relajante y agradable a nuestro oído, constituye la medicina más pura para la mente. Si alguna vez has prestado atención, habrás descubierto que cada especie tiene sus propios cánticos. Entre las más melodiosas, las de los mirlos destacan por su gran complejidad. Y es que, son las únicas aves que no copian sonidos de la naturaleza u otras aves. Al contrario, desarrollan y componen su propia melodía, y cuando por fin la completan, la repiten durante toda su vida en un cantar identitario.
Partiendo de esa base ornitóloga, podríamos decir que el nuevo disco de Vega es como el trino de un mirlo: propio y singular. Un viaje emocional al que la artista ha llegado álbum tras álbum, desde que se diera a conocer al gran público en la segunda edición de OT. Pero “Mirlo Blanco” no solo es el nombre del nuevo disco, también es el título del tercer adelanto extraído de él. Esta canción, con música de Vega y Kike Fuentes fue escrita en mayo de 2019, mientras la cordobesa se encontraba en un momento profesional rodeado de incertidumbres en lo que a la industria de la música se refiere.
La letra narra las experiencias de su trayectoria profesional. Define a la artista que rubrica el álbum, donde en un gremio difícil, Vega ha tenido que sobrevivir con su sello independiente. Hay que recordar que no tuvo miedo a lanzarse al vacío y autogestionar su propio proyecto musical: La Madriguera Records. “La música siempre será parte de mí. Soy una artista que ha resistido estoicamente a las represalias y desagravios como consecuencia de decir no una y otra vez, y lo hice única y exclusivamente a base de canciones, de una voluntad y valores férreos. De un público fiel”, asegura la cordobesa.
“Mirlo Blanco” es la historia de alguien hecho a sí mismo. Alguien tan acostumbrado a librar batallas que un día frente al espejo se da cuenta que se tornó cano. Cano y lleno de experiencia. “El día que acabé la melodía de esta canción, vi un mirlo blanco posado en el balcón de mi casa… semejante rareza. Deleitándome en su belleza, me cuestioné quién era yo y que aportaba a la industria musical. Comprendí que yo era un mirlo negro común al que simplemente le habían arrancado una y otra vez las plumas, tantas que a cada resurgir volvía a crecerme el plumaje un poco más blanco“, explica la artista.
Tras escribir “Mirlo Blanco”, Vega volvió a subirse al escenario de la sala Joy Eslava para el que sería (según pensaba) su último concierto. De esa actuación nació su primer disco en directo “Diario de Una Noche en Madrid“, con el cual recuperó las ganas de seguir dedicándose profesionalmente a lo que más le llena: la música. “Iba a ser la última canción que escribiera. Pero volvió a suceder algo mágico. Mi público me abrazó, mis compañeras y compañeros me arroparon y el resto… es historia. Una historia preciosa sobre renacer y seguir dándome el gusto de ser yo misma. Renacida, de blanco satén“, completa.