El mundo distópico y apocalíptico de Ferro Santo
El arte siempre es el reflejo de nuestra sociedad. Al igual que ha servido para la reivindicación política o la denuncia social, también nos permite conocer las motivaciones e inquietudes de grandes artistas. Munch, Delanuay o Hesse retrataron a través de sus obras pandemias como la peste negra o la gripe española. Y como ellos, muchos artistas contemporáneos encontraron la inspiración en la pandemia provocada por la Covid-19 y las estrictas medidas sanitarias que paralizaron la actividad mundial durante meses.
Uno de esos artistas es Ferro Santo, álter ego del músico alemán Andreas Rahner. Como artista multidisciplinar, el compositor busca constantemente nuevos retos que le ayuden a dar rienda suelta a su mundo interior. Esos momentos convulsos que vivimos a causa del confinamiento fueron el germen de su álbum «World on standby«. En él, Andreas canta sobre la tristeza, el fin de los tiempos, la esperanza… Su tema más destacado, «Cha Cha» es la obertura de un disco que aborda la catástrofe y satiriza sobre la tragedia.
Ahora Ferro Santo da continuidad a ese proyecto con «Century 21«, su nuevo álbum. Andreas pinta un cuadro de la situación actual y lo hace con un duro mensaje como carta de presentación: el mundo está sangrando. De nuevo la mirada apocalíptica en clave de ironía es el hilo argumental de un álbum distópico y trágico. Canciones como «Summerrain» o «Sunset» desgranan todo esa oscuridad. Esta última a través de un vídeo grabado en un túnel que evoca la relación de amor-odio entre los continentes.