“Enola Gay”, el magnetismo seductor de Marc Cuevas
El 6 de agosto de 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, el Enola Gay se convirtió en el primer avión en lanzar una bomba atómica, la Little Boy, que cayó sobre la ciudad de Hiroshima destruyéndola casi por completo. Ocho décadas después, el conflicto bélico que está enfrentando a Rusia y Ucrania ha despertado el miedo a un potencial ataque nuclear. ¿Qué pasaría si alguien decidiera lanzar otra bomba atómica? La respuesta es preocupante: se produciría una reacción en cadena que probablemente acabaría con el mundo.
Quizás porque nos resulta un peligro real, el holocausto nuclear ha servido de inspiración a numerosos artistas. Entre ellos, al músico ibicenco Marc Cuevas, quien ha presentado un single que toma su nombre del famoso B-52 estadounidense, “Enola Gay“. La letra se sitúa en uno de esos escenarios apocalípticos. Allí, una chica aparentemente normal se enfrentará al fin del mundo y luchará por salvar a la humanidad. Una canción heroica y cinematográfica donde las haya, con una instrumentación tan épica como el mensaje.
Musicalmente, “Enola Gay” suena a rock de toda la vida, con unas guitarras acústicas que sacan a flote la cara más sensible del artista. La base musical es sencilla y agradable. No hay virtuosismos ni florituras, ni nada que se salga de los cánones de una clásica canción pop-rock, pero en cambio suena tremendamente bella. Y esa belleza está intrínseca en la propia composición en sí. En la letra, en la manera tan poética de contarlo, en la calidez que desprende la voz y en definitiva, en ese magnetismo seductor que lleva de principio a fin.