Agoney, «No hay nada más bonito que interpretar desde la verdad»
«Tormenta» es la carta de presentación del nuevo disco de Agoney. El artista canario regresa más fuerte que nunca y lleva su sonoridad hacia un estilo fronterizo entre el pop, la balada y la música electrónica. Con este nuevo single Agoney nos transporta a un viaje estimulante que tiene un único objetivo: encontrar la fuerza interior necesaria para superar cualquier adversidad. De este lanzamiento que marca el comienzo de una nueva etapa en su carrera nos habla en esta entrevista.
– Acabas de estrenar tu nueva canción, «Tormenta», un single que defines como un símbolo de resistencia y superación. ¿De dónde nace?
– Es una canción escrita en tercera persona. Pongo a alguien que para mí significa justo eso: resistencia, superación, fuerza… y lo personifico como una tormenta. Yo he sido un enamorado siempre de la lluvia, de las tormentas y de los terremotos, eso sí, que no se me malinterprete, siempre y cuando no causen daños colaterales… Entonces personifico a ese alguien como la gran tormenta.
– Venías de una etapa más liberadora, para pasarlo bien, con canciones como «Bangover» o «Cachito» y nos encontramos ahora con un Agoney mucho más íntimo e introspectivo. ¿Qué ha pasado entre medias para este cambio emocional?
– Es como que me parto en una dualidad entre la tormenta y este proyecto en el que tengo esa parte más melancólica y más íntima. Pero a la vez estoy lleno de luz y de música electrónica. Soy así de dual.
– Esta canción pone la primera piedra de lo que será tu nuevo disco. Y has comentado hace poco en redes sociales que estás teniendo que pelear mucho para lanzarlo, llegando incluso a insinuar que alguien te estaba poniendo velas negras. ¿Tan difícil está siendo el camino?
– Quiero poner en contexto que lo que se diga en Twitter no siempre es serio. Es verdad que peleo mucho para que mi proyecto salga adelante, pero lo de la vela negra, no, obvio. Pero sí, hay que siempre estar encima de todo. Y en este proyecto he aprendido a ser mi propio manager y mi propio jefe. Y puedo decir que mi vida es mi vida, mi carrera es mi carrera y nadie mejor que yo va a pelear por lo que yo quiero.
Justo hablaba el otro día con una compañera de Universal sobre cómo hacer la presentación para toda la compañía. Y me decía: «creo que tienes las cosas tan claras que nadie mejor que tú puede expresar lo que significa este álbum.» Y pensé, oye, pues sí, me voy contigo y lo hacemos juntos. Fue muy guay poder expresarle a todos lo que significa para mí «Tormenta» y el resto de canciones.
– «Tormenta» llega como un bálsamo para toda la gente que se ha enfrentado a momentos difíciles alguna vez en la vida. ¿Es la música la mejor terapia para cicatrizar las heridas?
– Desde luego que sí. La música tiene una capacidad increíble para emocionarte, para hacerte saltar, para moverte… Incluso para enfadarte también. Hay música para todos los momentos y eso la hace maravillosa.
– Las heridas del pasado nos impiden muchas veces avanzar en el presente. ¿Cuál dirías que ha sido para ti la herida que más te ha costado cicatrizar a lo largo de tu vida?
– La pérdida de algún ser querido. Es algo que nunca se llega a sellar del todo.
– Y a la hora de componer y ponerte delante de una hoja en blanco, ¿Qué es más fácil, hablar de los momentos felices o de los malos momentos?
– Ambos. Es verdad que cuando estás feliz es más difícil centrarte en un momento concreto, pero pienso que los dos son idóneos. En mi caso tampoco escribo delante de un papel siempre ni delante del piano. Depende del momento. Hay canciones que he compuesto en un avión durante un vuelo o en algún momento «random» de mi vida donde voy por la calle y se me ocurre algo.
Recuerdo por ejemplo el verano pasado estar saliendo de una playa muy complicada para acceder. No sé cuántos grados de calor hacía allí… Y se me ocurrieron muchas cosas, saqué la grabadora y empecé a grabarlas. La vida es así de maravillosa, tienes siempre un móvil encima y puedes escribir, grabar y hacer de todo en cualquier lado.
– Estamos acostumbrados a verte siempre con una sonrisa en la cara, pero también existe ese otro Agoney que se ha bajado llorando de un escenario. ¿Cómo consigue un artista separar lo profesional y lo personal para darlo todo en los conciertos sin que se note que estás roto por dentro?
– A mí personalmente fingir me gusta poco. No hay nada más bonito que interpretar desde la verdad, y si algo he aprendido en estos últimos años es a no interpretar la música tal cual la tengo ensayada. La música es tan bonita y tan amplia que una misma canción la puedes interpretar de muchas maneras. Y poder transmitir todo lo que tienes dentro hace que cada momento encima de un escenario sea único. Eso es lo bonito también.
– Operación Triunfo, Dúos Increíbles, Benidorm Fest, Tu cara me suena… ¿Te da pena que la música tenga que ser siempre una competición constante?
– Sí, porque no hay otras plataformas en televisión. Antes había programas como «Música sí» donde se presentaban artistas sin competir, simplemente con la fijación de compartir ese momento. Y me encantaría que volviera un programa así a la televisión, donde se pueda disfrutar de la música sin más.
– Y después de haber pasado por todos ellos, ¿dirías que hay toxicidad en el mundo de la música por esa dependencia de las cifras a las que estáis sometidos todos los artistas?
– Yo no la veo. A lo mejor existe y hay un trasfondo ahí, pero a mí personalmente la gente que me rodea no se desvive por los números. Ni acuchillan a otros.
– El año pasado estuviste a punto de mandar a Eurovisión una canción que denunciaba el odio y la homofobia que sufrís las personas que pertenecéis al colectivo LGTBI. ¿Qué hubiera significado para ti que Europa recibiera este mensaje?
– Es un mensaje muy importante que voy a seguir lanzando siempre. Yo soy muy de utilizar la música como altavoz y si iba a Eurovisión o tenía la oportunidad de presentarme en un escenario tan importante como el Benidorm Fest, tenía que ser con una canción así. No veía, por ejemplo, «Tormenta» en ese tipo de eventos.
– Este año las casas de apuestas ponen como gran favorito a Nemo, el artista suizo, un cantante que se declara no binario y que lleva un mensaje a favor de la diversidad. ¿Crees que de cumplirse los pronósticos su victoria sería un golpe en la mesa a favor de la inclusión y la igualdad?
– Sería muy bonito, claro que sí.
– En «Quiero arder», tu propuesta eurovisiva, jugabas con el concepto de fuego y en cambio «Tormenta», tu nuevo single, tiene al agua como elemento principal. ¿Es una manera de apagar el incendio y emerger más fuerte aún?
– Wow, interesante reflexión. Aunque a lo mejor es al revés. Quizás después de la tormenta prefiero incendiarme, no sé. Hay que ver todo cómo va fluyendo en la vida. El orden de los factores no altera el producto, dicen. Así que ya veremos el producto final.
– El agua y el fuego ya aparecían en la portada de tu primer disco, “Libertad”. ¿Por qué son tan importantes para ti estos dos elementos, que representan?
– Me he criado en un lugar que literalmente arde. Y vengo de una isla maravillosa que es es Tenerife donde me crie entre el mar y el fuego del volcán.
– Y ya que hemos hablado de portadas, la de “Tormenta” llega con una tipografía en la que la T inicial tiene forma de cruz. ¿Es simbólico o está hecho a propósito para potenciar el mensaje de resurrección?
– Tiene mucho que ver con el concepto del álbum, pero es algo que no puedo desvelar aún, ya se descubrirá cuando se publiquen todas las canciones. Todo tiene un sentido.