Martha Carpe, “Intento siempre ser lo más honesta que puedo”

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Martha Carpe, “Intento siempre ser lo más honesta que puedo”

Martha Carpe hace de la verdad una canción y de las canciones pura verdad. La madrileña centra su música en el mensaje, con letras que luchan contra el vacío existencial y los “monstruos” que todos tenemos en nuestra cabeza. Con ellas, trata de dar voz a temas que no la tienen, como la salud mental, intentando poner su granito de arena para que su paso por el mundo tenga algún sentido. En esta pequeña entrevista hacemos un repaso a su trayectoria, a su vida y a ese espacio íntimo y personal que son sus canciones, donde el contenido va mucho más allá de las palabras.

Escucha la entrevista completa:

– Hola Martha, para la gente que no te conozca y que te va a descubrir hoy a partir de esta entrevista, ¿Cómo te presentarías a nuestros oyentes?

– Me presentaría como una persona con una emocionalidad muy fuerte, que tiene una necesidad grande de expresar todo lo que siente. Y que quiere hacerlo comunitariamente para que otras personas se puedan sentir identificadas.

Acaba de salir tu nuevo single, “Déjame Quedarme”, una canción que trata un tema muy delicado como es el de la salud mental. ¿Hacia quién va dirigido ese déjame?

– La canción va dedicada a una relación que sé perfectamente que no es buena para mí. Mi salud mental juega mis altos y mis bajos dentro de la canción y al final me doy cuenta de que realmente el destino como tal no existe. Y que básicamente tengo que jugar con las cartas que yo tengo.

Además de la salud mental en tus canciones hablas de la fortaleza humana, de las ansiedades, de las injusticias, del vacío existencial… ¿Podríamos decir que tu música es como un diario personal en el que vas volcando tus inquietudes?

Totalmente. Es una especie de cuaderno de bitácora en el cual voy expresando todo lo que siento. Sobre todo vacío existencial, cuestiones muy metafísicas por así decirlo.

Y si tuvieras que destacar algo de ti como artista, ¿Qué dirías que tiene Martha Carpe diferente, de cualquier otro cantante similar que podamos encontrar en el mercado?

Las letras. Al final ahora mismo, levantas una piedra y te salen cien personas haciendo música. Pero yo intento siempre ser lo más honesta que puedo y hablar desde un punto de mucho bagaje en cuanto a la salud mental.

“Déjame Quedarme” es una canción que simboliza todas las luchas internas que has tenido contra tus demonios. ¿En qué momento emocional te encuentras ahora mismo?

 En este momento me encuentro devastada por todo lo que está pasando con el tema de la DANA en Valencia. Mis problemas de salud mental, básicamente, son porque no soy capaz de aceptar todo lo malo que está pasando en el mundo. Y cada vez que lo pienso, me vengo muy abajo. Estos están siendo bastante duros para mí.

La letra de esta canción está inspirada en la leyenda del hilo rojo, un mito que dice que una cuerda tan estrecha como un hilo separa la casualidad del destino. ¿Eres de las que cree que las casualidades existen o estamos marcados inevitablemente por nuestro destino?

No creo que estemos marcados por nuestro destino. Creo que tenemos varios, y tenemos que ser responsables con las decisiones que tomamos, ya que dependiendo de ello nos va a llevar a un sitio o a otro totalmente distinto.

¿No da un poco de vértigo percibir que todo lo que sucede es fruto de la casualidad y que está fuera de nuestro control?

Sí, claro que da vértigo. Muchísimo vértigo.

¿Y por qué piensas que hay tanta gente que cree en el destino?. ¿Es para echar balones fuera y minimizar la responsabilidad de nuestros actos?

Es un poco como creer en Dios. En plan, te tienes que agarrar a algo. Y el ser humano, por naturaleza, está muy destinado a agarrarse a algo para intentar resolver todas esas dudas existenciales que tanto nos corroen.

Dicen que cuando el hilo rojo se rompe es porque ha absorbido ya toda la energía negativa. ¿Componer esta canción ha sido también un bálsamo para ti a la hora de cicatrizar heridas?

Sí, totalmente. Y además el desgarro con el que la vivo creo que se nota a la hora de escucharla. Ha sido un cambio de ciclo para mí esta canción.

El estribillo es muy visceral, con frases como “Déjame quedarme hasta que ya no pueda más”. ¿En algún momento de tu vida has tenido ganas de tirar la toalla?

Sí, muchas veces. De hecho, yo he estado cuatro veces ingresada por no querer seguir adelante. Y he tenido muchas ganas de tirar la toalla, pero nunca lo he hecho. Y animo a la gente que esté pasando por un momento parecido a que no lo haga. Porque si yo después de tantos años he conseguido sacar la cabeza, toda esa gente también es capaz.

Curar las heridas emocionales suele ser un periodo muy complejo. ¿Qué dirías que es más importante para superar el proceso, saber encontrar y reconocer nuestras vulnerabilidades, o dejar los egos de lado y pedir ayuda cuando la necesitamos?

 Las dos cosas. Pero el consejo que siempre doy a la gente que ya no tiene nada a lo que agarrarse y que no tiene esperanza es la paciencia. Es salvadora. Que se agarren a la paciencia como sea, que sean lo más pacientes que puedan, porque con el tiempo, en algún momento, va a salir algo de luz y vas a poder agarrarte a él.

¿Y por qué crees que hay tantos prejuicios a la hora de ir a terapia y en cambio visitar al médico es algo que está muy normalizado en la sociedad?

Es totalmente absurdo. No se nos permite ser débiles mentalmente. Estamos en una sociedad en la cual tienes que ser productivo y tienes que ser funcional, y si no te adaptas a eso, no sirves, por así decirlo. Tener problemas de salud mental no encaja en esa hiper productividad.

De lo que escuece curar heridas hablan varias de tus canciones, pero hay una, “Donde duele cura”, que reconecta con tu niñez. ¿Si pudieras volver atrás en el tiempo cambiarías algo de lo vivido?

No. Todo lo que he vivido me ha llevado a ser la persona que soy hoy en día y estoy bastante orgullosa de en quién me he convertido. Sé que he sufrido mucho y que me han pasado muchas cosas, pero en ningún momento cambiaría nada.

De pequeña te grababas cantando en una grabadora antigua que tenía tu madre, para luego escucharlo y corregirte. ¿Sigues siendo igual de perfeccionista y exigente?

 Sí, soy perfeccionista, pero hay un punto en el que sé decirme a mí misma, oye Martha, ya basta, saca esto, que ya está suficientemente trabajado. O sea que no me vuelvo loca perfeccionando todo al máximo.

Y dentro de ese perfeccionismo, ¿qué es más dañino para un artista, la autoexigencia que nos ponemos muchas veces a nosotros mismos o las críticas que nos hacen los demás?

La autoexigencia, sin duda. Además es la que hace que las críticas que te hacen los demás sean dañinas. Es decir, piensas un poco en lo que piensan los demás, de ti, por eso te autoexiges. Si no tuvieses ese nivel de autoexigencia, te daría igual lo que dijesen los demás o aceptarías las críticas como algo positivo para crecer.

Después de haber sufrido tantos altibajos emocionales. ¿Qué consejo le darías a esa niña que se grababa cantando de pequeña si la tuvieras ahora mismo delante? 

 Más que consejo le diría lo fuerte que es y le diría no te imaginas lo capaz que eres.

Aunque huyas de toda etiqueta, siempre o casi siempre te hemos visto sola acompañada de tu guitarra. ¿Es la soledad del cantautor el mayor desafío al que te enfrentas al subirte a un escenario?

Me gusta estar sola, pero lo que más he disfrutado ha sido compartir siempre el escenario con músicos. Si pudiese decir un ideal, me encantaría poder tocar en salas con bandas. Lo que pasa que al final, a lo mejor por autoexigencia o a lo mejor por factores de la vida, al final acabo yo sola con mi guitarra siempre.

En alguna ocasión has dicho, tengo mejor sensación cuando canto mis brechas descalza, me subo al escenario en pelotas y lamo mis cicatrices como un gato. ¿Ser honesto, directo y transparente es la mejor forma de llegar al corazón de la gente?

 Totalmente. De hecho, creo que es lo que la gente que viene a mis directos destaca más. Yo me subo a un escenario y si tengo que decir que me está dando un ataque de ansiedad en ese momento, lo voy a decir. Voy a ser totalmente honesta con mi público porque están ahí para ver esa vulnerabilidad y esa realidad. Creo que es difícil a día de hoy ver artistas que realmente se desnuden en el escenario. 

En “Descalza”, tu primer EP, plantaste cara a la ansiedad y a todo lo que le rodea, como el pánico o la depresión. ¿Te cuesta mucho quitarte la coraza y enseñarle al mundo tu lado más vulnerable?

Me cuesta, pero soy consciente de que es mi deber como artista. Más que mi deber, mi papel como artista. Soy muy consciente de mi cometido.

¿Cuál dirías que es de todas las canciones que has compuesto hasta la fecha, aquella en la que más te has desnudado emocionalmente?

– “Nací para luchar”.

Los problemas de salud mental afectaron directamente a tu proyecto musical, ya que estuviste bastante tiempo sin publicar una canción, ¿Qué te hizo volver a recuperar la ilusión?

– Empecé a componer sin ninguna intención de nada. Y sí que es verdad que el último mes me han entrado muchas ganas de llevar mi proyecto adelante. Supongo que es un proceso de ir poco a poco. Tuve que hacer un parón artístico y me alegro de haber podido hacerlo porque hay muchos artistas que a día de hoy están muy mal de salud mental y no son capaces de parar.

Dentro de este viaje introspectivo que son tus canciones, tu guitarra ha pasado de ser tu escondite a tu mejor consejera. ¿Qué secretos inconfesables crees que nos diría si pudiera hablar?

 A lo mejor diría Martha, es muy perfeccionista. En plan, hay veces que las cuerdas de mi guitarra tenían sangre de lo que había estado practicando. También diría que no soy perfecta, que he hecho canciones muy buenas pero que también he hecho canciones de mierda. Y que simplemente soy un ser humano que transita como puede la vida a través de la música.

¿Hay alguna canción que tengas guardada en el cajón y que no te hayas atrevido a sacar todavía por miedo o inseguridad?

Tengo muchas canciones guardadas en el cajón. Hay canciones que si las hubiese sacado habrían cambiado drásticamente mi vida. Porque confesaba cosas. Eso es un tema complicado también, porque claro, ¿hasta qué punto puedes ser honesta en la música si te puede cambiar totalmente la vida sacar una canción diciendo que ya no quieres a tu pareja, por ejemplo?.

Siempre has dicho que no compones para llegar a las masas, sino como una forma de catarsis. ¿Qué porcentaje de importancia le das al mensaje y a la letra en en el total de una canción?

 Casi el 100%. Creo que la música es muy importante, pero aprendí a tocar la guitarra para poder cantar mis letras. Mis influencias musicales han sido sobre todo el hip hop y ahí tampoco premia mucho la musicalidad. Es más el mensaje, y yo siempre tengo una necesidad muy grande de lanzar mensajes. Por eso quiero ”hacerme famosa”, porque me gustaría llegar a más gente. Creo que sería útil que escuchasen lo que tengo que decir.

Algunas de las amigas con las que tocabas hace unos años, como Yoly Saa o Ainoa Buitrago, tienen ahora mismo un proyecto muy consolidado. ¿Te da envidia sana o son el mejor espejo en el que mirarse?

Es una muy buena pregunta. Ainhoa sigue siendo una de mis mejores amigas y Yoly es una muy buena amiga también. Me hicieron componer una canción que se llama “Volvería a hacerlo”, que habla de esa envidia, o más que envidia, de esa comparación que tenemos los artistas incluso con tus amigos. De decir, joder, ¿por qué ella sí y yo no?. Y creo que los artistas estamos muy condenados a compararnos. Yo reconozco mi envidia, por así decirlo, la reconozco y convivo con ella.

Ainoa además, ha producido una de las canciones que has lanzado este año, “Búscame”, ¿Qué ha supuesto para ti tener un pedazo de ella en esta canción?

– Mucho. Ainoa y yo siempre hemos hecho música juntas. Nos conocemos desde que ella tiene 14 años, y de hecho fue la primera persona en reconocerme por la calle, cuando yo tenía apenas 200 visitas en YouTube. Para mí tener una canción producida por ella, que además me parece una crack y excepcional en la música, es muy importante.

2023 lo terminaste diciendo que había sido un año de reflexión y de crecimiento personal, ¿Qué balance haces de este 2024 que está a punto de terminar?

Ha sido un año muy musical. He estado sacando temas, redefiniendo un poco mi estilo, redefiniendo un poco mi carrera y lo que yo quiero para mí en un futuro. Además he aprendido muchas cosas de producción, o sea, he hecho como muchas cosas que me apetecían. Ha sido un buen año.

Ya para ir terminando, por si alguien ha llegado hasta aquí y aún se encuentra indeciso, ¿Cómo le convencerías para que se pare a escuchar tu música y tus canciones?

Le convencería diciéndole que haga lo que quiera. Simplemente si te ha resonado algo de lo que he dicho, escucha mi música. Si te encuentras en un punto de reflexión personal, también tengo canciones de amor y de desamor. Pero si quieres conectar realmente con la música, si quieres algo real, escúchalo.

 ¿Algo que quieras añadir y que te haya faltado por decir?, ¿Algún enlace donde te pueda seguir la gente?

Tengo todas las redes sociales y soy muy activa en ellas. Y me gustaría que la gente no se olvide de Valencia ahora mismo y que sigan ayudando.

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